BLOG DE ANÁLISIS Y PERIODISMO PROPOSITIVO

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jueves, 18 de julio de 2019

MASSIMO COVARRUBIAS: MAGO FINANCIERO

En enero de 2016 Pemex emitió un comunicado de prensa para informar de la compra de Grupo Fertinal, empresa de fertilizantes con una planta localizada en Lázaro Cárdenas, Michoacán, así como una mina de roca fosfórica ubicada en San Juan de la Costa, Baja California Sur. 
El proyecto consideraba una inversión de  hasta 255 mdd. El boletín decía una verdad a medias porque ese monto no incluía ni el pago de la deuda que arrastraba Fertinal, ni la inversión requerida para rehabilitar las plantas del complejo industrial
Con esta operación, decía el comunicado, Pemex Fertilizantes incrementaba su capacidad productiva en 1.2 millones de toneladas de fertilizantes sólidos, frente a un mercado nacional de 4.2 millones de toneladas anuales de productos nitrogenados, fosfatados y potásicos. La planta industrial adquirida podría abastecer cerca del 30 por ciento de dicha demanda.  
El comunicado prometía que la inversión sería recuperada en 36 meses, una vez integradas las operaciones de la subsidiaria con el resto de la empresa. Pemex se había apoyado en préstamos bancarios para realizar la compra.
Para justificar la adquisición se recurrió nuevamente a la simulación. El comunicado de prensa repitió los argumentos usados durante la compra de Agro Nitrogenados, a saber, que México contaba con una oferta de fertilizantes poco accesible para la mayoría de los productores agrícolas pequeños, y que se busca orientar el producto hacia los sectores de menor nivel de desarrollo económico, ubicados en la región sur-sureste del país.
El boletín concluía que esa adquisición era consistente con el nuevo enfoque de Petróleos Mexicanos de concentrarse en la generación de valor (ver anexo).  La capacidad de producción de las plantas de Cosoleacaque (amoniaco), Agro Nitrogenados (urea) y la recién adquirida Fertinal (fosfatos), le permitirán a Pemex Fertilizantes llegar a una producción de casi 3.5 millones de toneladas y a una facturación anual cercana a 2 mil millones de dólares, la colocaría entre las primeras 15 compañías productoras y comercializadoras de fertilizantes en el mundo.  
Al igual que Agro Nitrogenados, Fertinal había sido en el pasado una empresa pública subsidiaria de Fertimex, la empresa nacional de fertilizantes que el gobierno que Carlos Salinas desincorporó para privatizar, pretextando ausencia de carácter estratégico. 
Agro Nitrogenados quedó en manos de Alonso Ancira y Fertinal en manos de Fabio Massimo Covarrubias Piffer,  que en el pasado fue consejero y vicepresidente de Banco Unión con Carlos Cabal Peniche, financista de las campañas del PRI y tristemente célebre por los fraudes que les costaron a los contribuyentes mexicanos 28 mil millones de pesos en sólo dos años. 

Antes de la compra de Fertinal por parte de Pemex, Covarrubias había desfalcado a la empresa de varia maneras, una de ellas mediante la compra de un jet privado.
Cuando Pemex adquirió Fertinal se sabía con antelación que la firma estaba en bancarrota y tenía deudas por 425 mdd. A pesar de esa cuantiosa deuda Pemex decidió comprar Fertinal. En los pasillos se decía que la orden venía de Los Pinos.
El 26 de octubre de 2015 el Consejo de Administración de Pemex aprobó una inversión de 635 millones de dólares para  comprar Fertinal y sus empresas subsidiarias. La adquisición se concretó el 28 de enero de 2016 a través de una subsidiaria de Pemex Fertilizantes creada con esa finalidad. Pemex desembolsó 209.2 mdd para comprar las acciones de la firma de fosfatos y 425.8 mdd para liquidar su deuda.  
Para financiar la operación Pemex fertilizantes utilizó dos líneas de crédito por 275 y 360 mdd.  El 31 de marzo de 2016 el Comité de Información de Pemex reservó por seis años toda la información relativa a la transacción.
El Libro Blanco elaborado por el último director de Pemex en la administración peñista, Carlos Treviño, señala lo siguiente (página 33): “desde su adquisición, Fertinal se ha enfrentado a una situación de sobreendeudamiento. En diciembre de 2015, cuando Pemex adquirió la empresa, ésta presentaba pérdidas en su flujo mensual por 12 mdd. 
Fertinal técnicamente estaba en quiebra. Asimismo, la empresa se entregó a Pemex con capital de trabajo negativo. En 2016, se realizó un avalúo en apego a las Normas Internacionales de Información Financiera, en el que se identificó un deterioro por $193.9 mdd, mismo que al cierre del ejercicio 2016, se tradujo en una pérdida, como resultado de que el precio pagado por Fertinal fue superior al valor de la empresa”.
De acuerdo con el semanario Proceso, poco antes de la compra, los accionistas de Grupo Fertinal se otorgaron a sí mismos un dividendo por 871 millones 500 mil pesos, que Pemex pagó el día que adquirió formalmente la empresa. De este monto, 619 millones de pesos se entregaron en efectivo. El semanario señala que Emilio Lozoya Austin y sus asesores Édgar Torres Garrido y Carlos Roa Rodríguez fueron en Pemex los principales protagonistas del fraude en la compra de Fertinal.
El 9 de septiembre de 2015, Lozoya nombró a Torres Garrido al frente de Pemex Fertilizantes. Cinco meses más tarde, en enero de 2016, Pemex fertilizantes adquirió formalmente Grupo Fertinal y Roa Rodríguez se convirtió en presidente del consejo de administración. 
Cuando Lozoya renunció a la Dirección General de Pemex, el 9 de febrero de 2016, creó el fondo de inversión Makech Capital, con sede en Las Lomas, Ciudad de México, donde Torres Garrido trabaja como “Jefe de Inversiones” desde mayo de ese año.  
Durante sus primeros dos años de operación y bajo la gestión de Torres Garrido, Pemex Fertilizantes perdió 21 mil 174 millones de pesos, de acuerdo con la ASF. El 22 de mayo la Secretaría de la Función Pública lo inhabilitó por un periodos de 15 años, por haber pagado un sobrecosto cercano a los 620 millones de pesos en la compra de Grupo Fertinal.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Bajo la dirección de Emilio Lozoya Austin, Pemex no sólo se comprometió a desembolsar 635 millones de dólares durante los próximos 16 años para la compra de Grupo Fertinal; también pagó los desfalcos multimillonarios realizados por el empresario Fabio Massimo Covarrubias Piffer a cuenta de esa firma, que incluyeron la compra de un jet privado.

La maniobra fue la siguiente: El 30 de junio de 2009, a nombre de Grupo Fertinal, Covarrubias compró un Gulfstream G150 nuevo con matrícula XA-ATZ por 13 millones 874 mil dólares. El empresario recibió la aeronave en enero de 2011.

El 5 de junio siguiente Grupo Fertinal cedió los derechos del avión a la empresa Aerotransportes Zodiac –que pertenecía a Covarrubias y despachaba en el Aeropuerto Internacional de Toluca– por 15 millones 550 mil dólares, a pagar durante los siguientes siete años.

Meses después, en enero de 2012, tres subsidiarias de Grupo Fertinal contrataron a Aerotransportes Zodiac para la prestación de servicios de taxi aéreo. Los contratos establecían que cada subsidiaria pagaría 65 mil dólares mensuales a la empresa por un “plan” de 10 horas de vuelo. Cada hora extra se facturaría en 8 mil dólares.

Bajo esos términos, Covarrubias cobró 195 mil dólares mensuales a Fertinal por utilizar un avión que este grupo había comprado originalmente y con este dinero él terminó quedándose con el Gulfsrtream.

Uno de los anexos al contrato de compraventa de acciones de Grupo Fertinal a Pemex Fertilizantes se refiere a las “operaciones con partes relacionadas”. Entre ellas figuran los tres contratos de “prestación de servicios de aerotaxi” celebrados entre Dinámica Industrial Balsas, Roca Fosfórica Mexicana II y Sadcom del Centro –subsidiarias de Grupo Fertinal– con Aerotransportes Zodiac.

Esta empresa, representada por Francisco José Flores Meléndez, uno de los apoderados de Covarrubias, ocupaba dos pisos en el edificio de Montes Urales 466 –la misma dirección de Grupo Fertinal– que rentaba a la firma Club Hípico La Sierra por 43 mil dólares mensuales.

Pemex también participó en el enriquecimiento de Covarrubias, quien en dos meses desvió más de 100 millones de pesos de la empresa de fertilizantes.

En noviembre de 2006 Covarrubias incorporó en Guadalajara la empresa Global Pacifica Intransit, a la que domicilió en Lázaro Cárdenas, Michoacán, dedicada a operar un “recinto fiscalizado” y a prestar servicios de almacenaje de mercancías.

El 15 de abril de 2015, cuatro meses después de que Pemex anunció su estrategia para aumentar la producción de fertilizantes, Covarrubias –dueño de 99.99% de Global Pacifica Intransit– realizó una asamblea general en la que incrementó el capital social de la compañía de 1 millón a 1 millón 100 mil pesos.

Grupo Fertinal adquirió las 100 mil acciones por un peso cada una. Pero además de los 100 mil pesos Covarrubias determinó que, para adquirirlas, ese consorcio debía pagar una “prima por suscripción de acciones” por 106 millones 346 mil 163 pesos.

El 22 de mayo de 2015 el Consejo de Administración de Pemex –presidido entonces por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell– dio luz verde para “financiar y concretar la compra de Grupo Fertinal”.

Un mes más tarde, Covarrubias realizó una nueva asamblea general en Global Pacífica Intransit. Determinó entonces que la empresa compraría de vuelta sus 100 mil acciones a Grupo Fertinal, a un peso por acción, sin reembolsar los 106 millones 346 mil 163 pesos de “prima por suscripción de acciones”.

Tanto Aerotransportes Zodiac como Global Pacífica Intransit pertenecen a Covarrubias y no son subsidiarias de Grupo Fertinal. Por ello, Pemex no las adquirió cuando compró la empresa productora de fertilizantes; es decir, no compró el avión ni la empresa con los 106 millones de pesos regalados por Grupo Fertinal.

Lo que sí compró la empresa productiva del Estado fue una firma que tenía deudas por 425 millones de dólares que se generaron, entre otros factores, a raíz de los desfalcos que operó Covarrubias.

Este texto se publicó el 24 de febrero de 2019 en la edición 2208 de la revista Proceso.


MASSIMO COVARRUBIAS Y LAS OFFSHORE


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Ricardo Salinas Pliego, otro "ganón"
La operación de compra-venta de Fertinal por 635 millones de dólares se diseñó desde la Dirección General de Pemex –entonces a cargo de Lozoya–, y fue bautizada Proyecto Kimora. Incluyó que Pemex pagara los 406 millones de dólares de deudas que Fertinal debía a Banco Azteca y Arrendadora Internacional Azteca, propiedad de Salinas Pliego.
El 21 de enero de 2016, una semana antes de concretarse el traspaso de acciones, los accionistas de Fertinal y Pemex crearon el fideicomiso F/2705 en el Banco Invex, el cual fue utilizado entre septiembre 2016 y enero 2018 para dispersar 38 millones 836 mil dólares que Pemex pagó como “cantidad en depósito” en la firma del contrato.
De ese monto, 27 millones 534 mil dólares terminaron en la cuenta bancaria del Fideicomiso F/470, el cual detentaba todas las acciones de Fertinal menos una en prenda.
En esas operaciones, dos personajes allegados a Covarrubias y a Salinas Pliego jugaron un papel central, pues eran miembros del Comité de Instrucción del fideicomiso de Invex: Rodolfo Ramos Menchaca, titular de la notaría 117 en Guadalajara, Jalisco, y socio de Covarrubias, y José Luis Riera Kinkel, consejero suplente de Banco Azteca desde 2002 y director general de Finanzas Corporativas de Grupo Salinas en aquella época.
En el momento de la transacción, Covarrubias detentaba 2 mil 392 millones de acciones de Grupo Fertinal, tanto bajo su propio nombre como a través de dos empresas: Inmobiliaria Corporativa Las Cañadas, SA de CV, y una sociedad de papel incorporada en Londres llamada Westside Capital Markets, LLP., que a su vez está ligada a una compleja estructura offshore conformada por compañías en Luxemburgo, Bélgica y Nueva Zelanda, como se puede apreciar en los siguientes documentos:


Dos sociedades de papel extranjeras vinculadas con Salinas Pliego –NPK Holding-    , creada en Suecia, y Base Rock BVBA, en Bélgica– poseían otras mil 82 millones de acciones en el fideicomiso, la mayor parte de ellas de serie “A”. La "compañía" sueca NPK Holding cambió su denominación a NPK Chemical Investments. Abajo, documentos de ambas "compañías":





Las acciones restantes se dividían entre socios menores de Grupo Fertinal: Carlos Guillermo Covarrubias Ibarra –el hijo del empresario– Ignacio Sierra Noriega, Ángel Ricardo Carmona Garduño, Anna Chiara Piffer Becciani de Covarrubias –la madre de Covarrubias–, así como Giancarlo Fustini Ventilari y Pablo Ignacio Duhart Aranzubia.
Desde abril de 2014, el presidente del consejo de administración de Grupo Fertinal era Everardo Joaquín Espino Guerrero –quien fuera abogado de compañías de Salinas Pliego– y el presidente suplente era Enrique Gutiérrez Flores.

Ni la sociedad fantasma de Massimo Covarrubias,  Westside Capital Markets, LLP., ni las de Salinas Pliego registradas en Suecia y Bélgica, pueden explicar las enormes discrepancias que aparecen en sus balances financieros, amén de que no queda claro si se pagaron impuestos en México o en alguno de los otros tres países. CONTINUARÁ.

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