BLOG DE ANÁLISIS Y PERIODISMO PROPOSITIVO

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jueves, 1 de agosto de 2019

ALONSO Y SUS CUENTAS PENDIENTES

Falsa crisis de Altos Hornos de México en evidencia con la aprehensión de Ancira
Con el argumento de una crisis de producción debido a la importación de acero de China a precios más baratos, la empresa redujo su planta. En 2009 negó el pago de utilidades a sus trabajadores, alegando pérdidas. Ese mismo año, tres directivos adquirieron un departamento valuado en más de 2.6 millones de dólares en la costa de Nayarit.
AHMSA está ubicada en Coahuila a unos 250 kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Se dedica a la extracción de minerales de fierro y carbón hasta la manufactura de acero. Es proveedora dela Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de las trasnacionales de la rama automotriz, ferroviaria, de energía y de maquinaria pesada, que constituyen el parque industrial de la frontera norte.
Carlyle Technologies Corp fue la compañía a través de la cual realizaron la transacción. Esta empresa es una de las tantas creadas en Panamá y otros paraísos fiscales gracias a las gestiones de Mossack Fonseca.
La información relativa a esta operación es parte de los archivos de Mossack Fonseca que recibió el diario alemán Süddeutsche Zeitung de una fuente anónima y fueron compartidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), de Washington, a más de cien medios de todo el mundo.
Por mediación del abogado Juan Carlos Quintana Serur, quien hizo las gestiones, en 2003 se creó Carlyle Technologies Corp. Una empresa fantasma que posee una sola cuenta bancaria y accionistas anónimos.
Son 597 los documentos de los Panamá Papers que dan cuenta de la existencia y operaciones de esta compañía, vinculadas con dos integrantes del Consejo de Administración, las hijas de uno de ellos, Quintana Serur y dos ejecutivas.
Francisco Orduña, director de comunicación de AHMSA, según cita Proceso, declaró al diario Vanguardia, de Saltillo, Coahuila: “No somos políticos y podemos hacer las transacciones como queramos y comprar también porque todo está reportado”. Luego afirmó que no haría más comentarios.
¿Cómo operaba AHMSA “en crisis”?
El dueño es el millonario Alonso Ancira Elizondo, quien compró la empresa en 1991 durante el proceso de privatización llevado a cabo por Salinas de Gortari. Su socio era en ese entonces Xavier Autrey Maza. El abogado Quintana Serur es secretario ejecutivo del Consejo de Administración de AHMSA.
Carlyle, la empresa fantasma, adquirió el 10% de las acciones del Grupo Acerero del Norte (GAN), también propiedad de Alonso Ancira. GAN es la compañía controladora de AHMSA.
Por artimañas financieras, AHMSA era el único cliente de Carlyle. Entre 2003 y 2015, está última recibió 6 millones de dólares de ingresos. A su vez, Carlyle contaba con sólo una proveedora: Pignatelli & O’Brien LLC (P&O), de Salt Lake City, Utah, Estados Unidos.
El triángulo era perfecto: AHMSA transfería entre 80,000 y 250,000 dólares a Carlyle cada mes; ésta, apenas se acreditaban los enviaba a P&O.
La documentación filtrada muestra que tanto Quintana Serur como Mossack Fonseca tomaban todo tipo de precauciones para no ser rastreados, evadir impuestos y hasta planificaban cómo actuar frente a reformas fiscales en el gigante del norte y en Panamá.
Las mentiras de AHMSA
La principal siderúrgica de México está en suspensión de pagos desde antes del 2001, aunque está enlistada en la Bolsa Mexicana de Valores. La suspensión de pagos apenas se levantó en marzo del 2019 y los contratistas de Monclova y la región ya estaban muertos o habían quebrado.. Este año ya anunció de nuevo que no habrá utilidades. Con la amenaza de nuevos despidos y de que la situación se ponga peor mantiene amordazadas a las familias obreras. Y con el auxilio, por supuesto, de la burocracia sindical que se vendió y no impulsó la lucha independiente de los trabajadores, no pasará nada en ese aspecto. 
Alonso Ancira Elizondo aprovechó muy bien la situación, y mientras se realizaban unos 8,500 despidos sobre un total de 19,000 trabajadores, presionó para aumentar la productividad en un 40%.
Recordemos que el reparto de utilidades es el derecho que tienen los trabajadores de planta a participar en las ganancias que obtiene una empresa, de acuerdo con su declaración fiscal. Si en la declaración se hacen maniobras fiscales (una práctica muy extendida) para alegar pérdidas o que por lo menos no tuvieron ganancias, no hay utilidades para los trabajadores.
Pero la empresa… es otro cantar. Tiene contadores, administradores y abogados como Quintana Serur que le resuelven esos detalles. Que pueden montar, con el apoyo de consultoras como Mossak Fonseca, empresas fantasmas para desviar ganancias, evadir impuestos y lavar dinero.
Estos hechos evidencian que cuando las empresas alegan crisis los trabajadores no deben creerles. No se puede tener confianza en la patronal. Deben exigir la apertura inmediata de los libros de contabilidad y del secreto comercial. Los despidos se pelean en las calles, organizados desde las bases, en forma democrática y buscando las vías para tejer una alianza con los sectores populares. 

En 1999, Altos Hornos de México inició un largo capítulo en su historia como empresa privada al declarar el proceso de suspensión de pagos, que se convertiría en el más prolongado de América Latina.

Altos Hornos de México (AHMSA) declaró que la compañía Carlyle Technologies Corporation, filial de la firma monclovense, no fue creada para la triangulación de recursos, como se dio a conocer en la investigación “Panama Papers”.
El vocero de AHMSA, Orduña, se limitó a comentar que se trató de una operación comercial normal registrada ante las autoridades hacendarias y ante la Bolsa Mexicana de Valores conforme a un contrato de servicios.
“No somos políticos y podemos hacer las transacciones como queramos y comprar también porque todo está reportado”, dijo Orduña. Claro que su trabajo es negar lo obvio.
La Suspensión de Pagos que enriqueció a Alonso Ancira

El 25 de mayo de ese año, época en que se desplomaban los precios del acero, las acciones de la firma en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) fueron suspendidas al no poder pagar a sus acreedores. AHMSA interrumpió así una historia de casi seis años en la BMV, que había arrancado en diciembre de 1993 cuando sus títulos empezaron a cotizar en el mercado nacional.
La empresa, fundada en 1944 y privatizada en 1991, se acogió en 1999 a la ya derogada Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos. Esta Ley (que estaba vigente desde 1947) permitía que las empresas en problemas con sus pasivos mantuvieran de manera casi indefinida el proceso de reestructura de deuda. De ahí los casi 17 años de negociaciones con sus acreedores. Bajo la actual norma, las compañías solo tienen un año para llegar a un acuerdo, salvo excepciones.
En respuesta a la decisión de la BMV, en la Bolsa de Nueva York los ADS's y bono convertible de AHMSA corrieron la misma suerte y el 8 de septiembre de 2000 se deslistaron en ese mercado.
La suspensión de pagos le impedía a AHMSA pactar alianzas y pagar dividendos a sus accionistas.
Minera Carbonífera Río Escondido (Micare), Minerales Monclova (Mimosa), Minera del Norte (Minosa) y Cerro del Mercado (Cemesa), que eran de AHMSA, también solicitaron suspensión de pagos.
Bancomer, Banamex, Bank of America, Inverlat, Sociéte Générale, Chase Manhattan Bank, JP Morgan, West Merchan Bank entre otros bancos y proveedores integraban en ese entonces la lista de acreedores.
En diciembre de 2003, la Secretaría de Hacienda demandó penalmente al consejo de administración de AHMSA por fraude fiscal. Alonso Ancira, presidente de la empresa, salió del país rumbo a Israel, mientras que Xavier Autrey, quien es ahora consejero patrimonial, partió para España, donde fue detenido tiempo después.
En 2004, los bancos vendieron su deuda de manera confidencial en el mercado de fondos de inversión con lo que el comité de acreedores se desintegró. La deuda de los bancos fue vendida a 15, ocho, siete y hasta cinco centavos por dólar, publicó Grupo Expansión en 2008. Entre los fondos de inversión que compraron la deuda fueron Ashmore Investment Management, DE Shaw & Co y Black River Capital.
En 2006, AHMSA retiró de la suspensión de pagos a Cerro del Mercado y a la mina Micare. Intentó, en 2007, hacer lo mismo con AHMSA y GAN, pero el proceso no llegó a su fin. Total, Alonso Ancira Elizondo, con su amañada suspensión, dejó de pagar por concepto de intereses alrededor de 4 mil millones de dólares, mientras sus empresas crecían y sus acreedores morían o se desesperaban y desistían.
CUENTAS PENDIENTES: EVASIÓN FISCAL Y FRAUDE A ACREEDORES, MÍNIMO.
La Jugada magistral ocurrió en el 2002, poco antes de que los acreedores más afectados por la Suspensión de Pagos de AHMSA incendiaran la planta: Alonso Ancira presentó a la Securities Exchange Comission de Estados Unidos (SEC), el equivalente a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, una propuesta de emisión de acciones de todas empresas afiliadas a Altos Hornos de México, S.A.
Pero por encontrarse bloqueado en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) a causa del Juicio de Suspensión, llevó su propuesta ante la SEC y cambió el domicilio de las sociedades "emisoras" al siguiente: P. O. BOX 1109 GT, GEORGE TOWN, GRAND CAYMAN E9.
El documento oficial que presento abajo de éste párrafo, sostiene lo que he relatado y contiene todos y cada uno de los enlaces necesarios para ver en detalle los millones de dólares en acciones para "venta" que permitieron a Alonso Ancira pasar de rico a multimillonario, comprar minas  en Israel, plantas tratadoras de agua, adquirir aviones y hasta manejar ranchos de ganado Hereford en Texas y aliarse con sujetos relacionados con la industria de la guerra.
Alonso hizo durar 20 años un juicio de insolvencia y emitió miles de millones de dólares en acciones operadas en Islas Caymán, sin la supervisión de las autoridades hacendarias de  México y sin pagar un solo centavo de impuestos.
Esos títulos o acciones emitidas fueron empleadas como garantía ante otros bancos y empresas offshores, para obtener capital y modernizar sus plantas a costa de sus acreedores.
Todo un "AHMSA-PROA".
Resta solo que los sabuesos financieros de las Fiscalías que  le persiguen y lo mantien bajo fianza en España por otros delitos, agreguen éstos hechos -por lo pronto- a los diversos cargos que enfrenta, como una tardía pero gratificante justicia a los proveedores que quedaron en la miseria y a los miles de obreros y empleados que permanecieron cesantes con los efectos colaterales para sus familias y la región centro de Coahuila.

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