Marcas de gasolineras como La Gas han empezado a cambiar el paisaje de muchas ciudades de México. La reforma energética de 2013 permite que otras empresas puedan vender al por menor la gasolina de Petróleos Mexicanos (PEMEX). Esta medida, teóricamente para generar competencia con actores nuevos, está potenciando el capitalismo de cuates ya que beneficia a los empresarios con experiencia y contactos en el sector.
La presencia de La Gas y otras gasolineras supuestamente nuevas sólo mantiene la segmentación de mercado que desde hace años existe en el territorio mexicano. Las gasolineras siguen comprando la gasolina a PEMEX y, hasta la real liberación de precios de la gasolina, la única diferencia es que podrán operar sin estar homologadas bajo la franquicia de PEMEX.
Desde hace décadas los cinco grupos gasolineros franquiciatarios de PEMEX que controlan La Gas se lucran de espacios, como la venta de gasolina, donde la empresa del estado no ha podido operar al 100 por ciento. La marca la conforman el Grupo Energético del Sureste (GES), el Corporativo LodemoRed, el Grupo Enerkom, el Corporativo Mexicano de Gasolineras (CorpoGAS) e Hidrosina. En los planes de expansión para 2016 de La Gas se contemplaron 26 nuevas gasolineras propias en el sureste mexicano.
“No hay competencia, hay una división de mercados y así será en medida que no liberen los precios. Cada quien agarra su nicho. La regla en México es que los peces gordos se coman todo el mercado, ¿cuándo hemos tenido competencia en algo?”, dice Miriam Grunstein, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y analista del sector energético.
La Gas, unión de intereses
Gasolinerías La Gas, S.A. de C.V. fue dada de alta el 20 de febrero de 2014 en Mérida, Yucatán, ni un año después de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, presentara su propuesta de reforma energética. Emilio Loret de Mola Gómory, fundador de Grupo LodemoRed, fue el primer dueño y accionista de La Gas, junto con su empresa Combustibles y Servicios de la Península, S.A. de C.V..
No fue hasta 2016 que los otros empresarios -Carlos Mouriño, de GES; Emilio Alberto y Ricardo Javier Gamboa García, de Grupo Enerkom; y Ricardo Antonio Vega Serrador, de CorpoGAS- formaron parte del Consejo de Administración. Varios medios de comunicación incluyen a Hidrosina como parte del consorcio que controla La Gas, pero en el documento que resultó de la asamblea del 12 de mayo de 2016 con el que se oficializa la entrada de Mouriño, los Gamboa García y Vega Serrador, no aparece ningún Karam Kassab, dueños de Hidrosina.
La conformación de La Gas es curiosa, ya que los empresarios optaron por no involucrar a sus grupos gasolineros y, en lugar de ello, tomar control del grupo a través de otras empresas de su propiedad. Los Gamboa García firmaron con Corporativo Integra del Sureste, S.A. de C.V., que nació apenas dos años antes de participar con La Gas; Mouriño con E.S.G.E.S., S.A. de C.V.; y Vega Serrador con Cardenal Imperial, S.A. de C.V.
Cardenal Imperial, enlace corporativo de CorpoGAS, controla 25% de La Gas con 12,500 acciones y cuenta en sus filas como apoderados a Santiago Samuel Moreno Jiménez y a Anuar Fayad Hassan, ambos involucrados en acusaciones de despojo de tierras en Cancún con los favores del ex gobernador Roberto Borge y a través de la Inmobiliaria Caveri, propiedad de Fayad Hassan y de Antonio Vega Serrador y a la que Moreno Jiménez compró terrenos.
Repartiendo la venta de gasolina
En México hay más de 11 mil estaciones de servicio. Los cinco grupos gasolineros franquiciatarios de PEMEX, junto con otros, tienen el territorio cuidadosamente repartido de tal forma que la competencia entre ellos es poca o nula. La Ciudad de México pertenece a Hidrosina con 56 gasolineras y a CorpoGAS con 35; las demás no tienen ni una gasolinera. En Quintana Roo predomina CorpoGAS con 59 estaciones y le sigue LodemoRed con 12; sin embargo, en el estado vecino de Yucatán es LodemoRed el que más presencia tiene con 30 gasolineras, mientras que CorpoGAS no tiene ninguna. Campeche se mantiene en manos de Corporativo GES, con 23 gasolineras, mientras que los otros grupos no tienen estaciones de servicio en ese estado, de acuerdo con datos recopilados de los sitios de las compañías.
Los grupos gasolineros que conforman La Gas aún no han definido si van a desaparecer sus viejas franquicias o las mantendrán separadas y compitiendo con la nueva marca. Al momento están sumando influencias, ya que consiguieron que el militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Eric Barthell, quien es integrante de la Comisión Ordinaria de Energía en la Cámara de diputados, asistiera a la inauguración de una estación de servicio de La Gas. En ese mismo evento Rolando Zapata, gobernador de Yucatán envió a un representante para dar el visto bueno a la nueva gasolinera.
“Hay mafias políticas que están muy vinculadas con las gasolineras y ellas no van a querer competir, van a querer caracterizar el mercado. Es capitalismo de cuates, van con PEMEX y se arreglan”, dice Grunstein.
El fortalecimiento de los grupos gasolineros es una muestra de cómo PEMEX se ha ido estructurando desde 1988, con Carlos Salinas de Gortari como presidente y hasta 2013 con la Reforma Energética de Peña Nieto para dar espacio a una élite empresarial. “El escenario está marcado por el control que el capital privado ejerce sobre varias ramas estratégicas de la producción de hidrocarburos”, apunta un análisis sobre PEMEX realizado por PODER.
Mezclando políticos y hidrocarburos
El Grupo Energético del Sureste, S.A. de C.V. (GES), registrado en 1985 en Campeche, pertenece a Carlos Mouriño. El empresario español, llegado a México en 1978 y naturalizado mexicano un año después, ha sabido labrar relaciones políticas. Tuvo negocios en la industria de la construcción con Abelardo Carrillo Zavala, gobernador priista de Campeche entre 1986 y 1991. En 1993, cuando PEMEX empezó con su modelo de franquicias, GES se expandió con 18 gasolineras y diversificó sus inversiones con negocios relacionados con el transporte y la venta de hidrocarburos: Burger King, Applebee’s, Church’s Chicken, Tiendas GES y GES Estética Automotríz.
El hijo de Carlos Mouriño, Juan Camilo Mouriño fue compañero político de Felipe Calderón al ser su asesor cuando fungía como Secretario de Energía. En 2004 Mouriño fue nombrado Subsecretario de energía, y ya durante la presidencia de Calderón, fue Jefe de la Oficina de la Presidencia por dos años y después Secretario de Gobernación desde 2008 y hasta antes de su muerte en noviembre de ese mismo año. La relación es cercana: recientemente se vio a Calderón y a su esposa, Margarita Zavala, posible candidata presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN) en 2018, de paseo en el lujoso yate de Mouriño.
GES tiene presencia en Campeche con 23 gasolineras, Tabasco con 8, Quintana Roo con 7, Yucatán con 4, Oaxaca con 3 y Veracruz y Chiapas con una cada uno, según lo reportado en su sitio.
Yucatán, la joya de LodemoRed y Enerkom
El Corporativo Lodemo, S.A. de C.V., fue constituido en 2002 por los hermanos Emilio y José Antonio Loret de Mola Gómory y su padre Emilio Alberto Loret de Mola Díaz. La familia proviene de Yucatán y es en ese estado donde tiene mayor presencia: 30 gasolineras de las 232 registradas en la entidad.
En 2008 el corporativo cambió su objeto social para la “comercialización de gasolinas y diésel suministradas por PEMEX Refinación, así como la comercialización de aceites lubricantes marca PEMEX” y los hermanos Loret de Mola Gómory quedaron como propietarios únicos de la empresa. Hasta el momento la empresa no había tenía negocios vinculados con los hidrocarburos, pero en los 8 años posteriores LodemoRed sumó 42 gasolineras ubicadas en Yucatán y Quintana Roo.
LodemoRed está bien relacionado: Emilio Loret de Mola Gómory es accionista junto con Mario Gamboa Patrón (hermano del senador priísta Emilio Gamboa Patrón) del Yucatán Country Club.
Yucatán también es cuna de Grupo Enerkom, S.A. de C.V., fundado en 2005 por Juan Gamboa Maldonado, y Emilio Alberto y Ricardo Javier Gamboa García. Grupo Enerkom no reporta en su sitio cuántas gasolineras tiene, ni las ubicaciones de la misma. Los hermanos Gamboa García tienen otras empresas a su nombre, todas relacionadas con los hidrocarburos: Corporativo Energético Peninsular, Servicio Montecarlo Norte y Delta Gas Cancún.
CorpoGAS en las filas de La Gas a pesar de investigación de PGR
Ricardo Antonio Vega Serrador, conocido como “el zar de la gasolina”, es dueño de más de 100 gasolineras a través de su empresa Corporativo Mexicano de Gasolinerías (CorpoGAS) y participa en el conglomerado que pretende dar a conocer a La Gas como una empresa totalmente nueva e independiente. El empresario originario de Quintana Roo se inició en 1982 como franquiciatario de PEMEX y ha sido expuesto como cercano a Félix González Canto, gobernador entre 2005 y 2011 y a quién se le acusa de hacer crecer siete veces la deuda del estado.
En septiembre de 2014, cuando el proyecto de La Gas ya estaba registrado, Vega fue investigado por la Procuradoría General de la República (PGR) por lavado de dinero. En 2015 fue acusado de inaugurar una estación de servicio en la zona hotelera de Cancún sin permisos y a costa del ambiente. Aún así, dos años después pasaría a las filas de La Gas.
CorpoGAS es quién controla Quintana Roo, con 59 gasolineras. En la Ciudad de México tiene 35, en Morelos 10, y en Hidalgo, Colima y Tamaulipas una en cada uno, según lo que reporta en su sitio.
Los Karam Kassab de la mano de PEMEX
Hidrosina tiene más de 200 gasolineras bajo la marca PEMEX y planea una inversión de 8.8 millones de dólares para sumar 22 con su marca propia. Detrás de ese gigante, que sólo entre noviembre de 2015 y mayo de 2016 recibió 54 permisos definitivos por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para operar estaciones de servicio, está los Karam Kassab. Varios miembros de la familia cuentan con casos de defraudación fiscal y relaciones cuestionables.
Paul Karam fue investigado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por omitir el pago de impuestos por 38 millones de pesos. En 2015 su hermano Gabriel Karam, también accionista de Hidrosina, estuvo involucrado en la venta de un departamento de más de 28 millones de pesos al padre de Emilio Lozoya Austin cuando todavía era director de PEMEX, hecho que pudo representar un conflicto de intereses. El tercer hermano, William Karam, ha sido identificado desde tiempos remotos como cercano al ex candidato presidencial priista, Roberto Madrazo, incluso el grupo gasolinero fue reconocido como financiador de la campaña madracista de 1994.
Recientemente la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) descubrió que en 2011 William Karam fue dueño de la empresa Servicios Profesionales Jura junto con Moisés Mansur, el principal prestanombres del ex gobernador prófugo de Veracruz, Javier Duarte.
Oxxx Gas, más negocio para Coca-Cola
Oxxo Gas es otra marca de estaciones de servicio que crecerá su presencia en México. Se trata de una división de FEMSA Comercio, también controladora de Coca-Cola. Al igual que los otros grupos, la relación de esta empresa con PEMEX no es nueva y ya le ha dejado como ganancia 348 estaciones de servicio. Oxxo Gas ha tomado el espacio olvidado por otras compañías en Guanajuato, donde tiene 16 gasolineras con su marca propia, mientras que tiene cuatro en Coahuila, dos en Aguascalientes, una en Nayarit y una en Querétaro. Daniel Alberto Rodríguez Cofré, director de FEMSA Comercio, hizo su carrera en Shell International Group en América Latina y en CENCOSUD, Centros Comerciales Sudamericanos.
En un año FEMSA Comercio División Combustibles ha incrementado 66 por ciento sus ventas netas hasta alcanzar un total de 20,562 millones de pesos y aumentó de 273 a 348 estaciones de servicio, según lo reportado por la empresa.
Gulf es la primera apuesta de una empresa extranjera en México en torno a la comercialización de gasolina. Su meta es terminar este año con 100 gasolineras en el país: en la Ciudad de México, Guadalajara, Puebla, Mérida, Cancún y Monterrey. Ésta es la primera competencia extranjera que tendrá PEMEX y que tiene un modelo de negocio de franquicias; cada una costará 850 mil pesos. LEE MÁS AQUÍ: [Opacidad de Gulf ahora en las gasolineras mexicanas. 2016.]
Nuevo contrato, nula competencia
Si bien PEMEX cambió su división de Refinación a Transformación Industrial y se reformaron las disposiciones para la venta y comercialización de gasolina, lo que incluye un nuevo modelo de Venta de Primera Mano para las empresas comercializadoras de gasolina, la competencia real se ha quedado únicamente en el texto de la Reforma Energética, pues los precios de la gasolina siguen marcados por la SHCP y el mayor vendedor de gasolina aún es la empresa productiva del estado.
Es decir, las nuevas marcas controladas por los mismos grandes gasolineros son apenas el inicio de un boom que la industria espera que se dé cuando se liberen los precios de la gasolina, hecho que ya empezó con el aumento del 14-20% en los precios de la gasolina a partir de enero de 2017. Sin embargo, “la decisión de los procesos de la gasolina está fuertemente anclada a un fin político”, dice Grunstein.
La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) es la encargada de regular prácticas que dañan la competencia, pero hasta ahora no se ha pronunciado en contra de la división del mercado de las estaciones de servicio entre los grandes grupos gasolineros. Al contrario, sólo ha recomendado que el contrato de Venta de Primera Mano no dañe los intereses de los empresarios y que la transición entre franquicias y el nuevo modelo sea fácil.
“COFECE debería regular que no hubiera ese tipo de prácticas, pero si Hacienda la castiga, va a doblar las manitas. La voz cantante en materia energética del país es Hacienda. Va a tener dos fines, uno mantener a su partido en el poder y otro es tener dinero para gastar también en campañas de 2018”, explica la académica del CIDE.
Las opciones de mercado que se presentan como nuevas para los consumidores son una estrategia mercadológica de los grupos gasolineros para consolidar su presencia, que ya está bien repartida, en los estados donde ya están presentes. Lejos de una estrategia de negocio que abra las puertas a nuevos competidores, las marcas que han surgido son controladas por los mismos grupos empresariales, quienes suman más poder. No se estima que la situación pueda ser distinta, dadas las relaciones entre la política y la industria de la distribución y comercialización de gasolina, estructura de capitalismo de cuates que ha sido perpetuada por PEMEX a través de los años.
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