Un testigo afirma que Enrique Peña Nieto recibió sobornos del Chapo
NUEVA YORK — De acuerdo con un testigo del juicio contra Joaquín Guzmán Loera, el expresidente mexicano Enrique Peña Nieto habría aceptado 100 millones de dólares como soborno de parte de narcotraficantes.
Ese fue el impactante testimonio que ofreció este 15 de enero en un juzgado de Nueva York Álex Cifuentes Villa, traficante colombiano que trabajó de cerca con Guzmán desde 2007 hasta 2013, cuando ambos se escondían de las autoridades en uno de los ranchos del Chapo en las montañas de la sierra Madre, en México.
“¿Guzmán le pagó un soborno de 100 millones de dólares a Peña Nieto?”, le preguntó Jeffrey Lichtman, uno de los abogados del Chapo, a Cifuentes Villa durante el interrogatorio de la defensa.
“Sí”, respondió el testigo.
Guzmán podría dar más detalles pronto. Poco después de que el jurado se retirara a las 4:30 de la tarde del martes 15, Lichtman confirmó que el capo podría declarar en su propio juicio al enviar el nombre de Guzmán a la fiscalía como posible testigo por parte de la defensa.
Lichtman dijo que agregar el nombre de Guzmán a la lista no garantiza que declare sino que es “posible” que lo haga.
“Si no lo agregara a la lista esto podría excluirlo de la posibilidad de testificar”, dijo Lichtman en una entrevista. “Así que solo fui incluyente”.
El testimonio de Guzmán sería un giro sorprendente. Aunque sus subordinados ya han ofrecido detalles sobre las operaciones del cártel, el capo podría ofrecer información más privada, por ejemplo cómo habría hecho para sobornar a un presidente de México.
De acuerdo con Cifuentes Villa, Peña Nieto buscó al Chapo poco después de la votación presidencial de 2012 en la que fue electo y le pidió un pago de 250 millones de dólares a cambio de frenar la búsqueda del narcotraficante.
Guzmán, según Cifuentes Villa, le hizo una contraoferta: le daría a Peña Nieto solo 100 millones de dólares.
“¿Y el entendido era que Guzmán no tenía que estar escondido?“, preguntó Lichtman.
“Sí“, respondió el colombiano, “eso es lo que me dijo Joaquín”.
El abogado citó una entrevista que Cifuentes Villa dio a las autoridades estadounidenses en 2016 para preguntarle al testigo si los Beltrán Leyva, exaliados de Guzmán Loera, le habían dado dinero al expresidente Felipe Calderón en 2008.
“No recuerdo bien eso”, respondió Cifuentes Villa. Y agregó momentos después: “Por el momento no lo recuerdo”.
Ni Peña Nieto ni Calderón pudieron ser contactados para hacer comentarios al respecto.
Mientras que otros testigos en el juicio de Guzmán, que se realiza en la Corte Federal de Distrito en Brooklyn, han testificado sobre supuestos sobornos de parte de narcotraficantes a integrantes de la policía mexicana y a funcionarios públicos de ese país, las revelaciones sobre Peña Nieto son las acusaciones más escandalosas hasta el momento. De resultar ciertas, indican que la corrupción de los cárteles de la droga han llegado a infiltrarse en el más alto nivel del poder político en México.
Cifuentes Villas, además de mencionar a los expresidentes, comentó otros presuntos sobornos de Guzmán y sus aliados a funcionarios mexicanos. El testigo aseguró que al menos en dos ocasiones los narcotraficantes le pagaron a militares mexicanos entre 10 y 12 millones de dólares para realizar operativos “para matar o capturar” a asociados del Cártel de los Beltrán Leyva, rival del grupo de Sinaloa durante la guerra que sostuvieron contra ellos.
Asimismo, Cifuentes Villa dijo que la policía federal de México no solo se hacía de la vista gorda frente al narcotráfico, sino que en ocasiones participaba en él. Le dijo al jurado que una vez los narcotraficantes les enviaron fotografías a los policías de maletas de cocaína que enviaron por avión desde Argentina a México y que los oficiales tomaron esas maletas de la zona de recolección de equipaje y después revendieron ellos mismos la droga.
Todo esto fue durante el extenuante segundo día del testimonio de Cifuentes Villa, quien ya confesó haber cometido una gran variedad de delitos en su tiempo en el banquillo.
Al declarar, Cifuentes Villa admitió haber concebido un fallido intento de homicidio en Canadá con los Ángeles del Infierno. Reconoció haber comprado explosivos plásticos de la viuda de un narcotraficante hondureño. Dijo que le pagó medio millón de dólares a un juez en Ecuador para que desestimara el caso de un militar ecuatoriano acusado de trabajar con el cártel y agregó que después ayudó a secuestrar al oficial cuando parecía que estaba engañando a Guzmán.
Desde el comienzo del juicio, en noviembre, se ha sugerido que altos funcionarios mexicanos recibieron dinero sucio. En su declaración inicial, el abogado Lichtman afirmó que su cliente había sido incriminado durante años mediante una conspiración planeada por su socio, Ismael “el Mayo” Zambada García, en alianza con agentes antidrogas estadounidenses “deshonestos” y un gobierno mexicano “completamente corrupto”, incluyendo a dos expresidentes de México.
Entonces, los portavoces tanto de Peña Nieto como de Calderón emitieron comunicados indicando que las acusaciones eran falsas. El juez a cargo del caso, Brian Cogan, posteriormente advirtió a Lichtman que no prometiera al jurado que escucharía declaraciones si esas no podían ser sustentadas con evidencia del caso.
Cuando estaba por terminar la primera semana del juicio, los abogados de Guzmán informaron al juez Cogan por separado que un próximo testigo, Jesús Zambada García, hermano del Mayo, testificaría, si le preguntaban, que dos expresidentes mexicanos habían recibido sobornos del Cártel de Sinaloa.
No obstante, el juez Cogan prohibió que el jurado escuchara ese testimonio, al aducir que causaría vergüenza a “individuos y entidades” —de quienes no especificó nombres— que no estaban directamente involucrados con el caso.
Sin embargo, este martes 15 el juez Cogan permitió prácticamente sin interrupciones que Cifuentes Villa testificara sobre lo que él sabía de esos presuntos sobornos relacionados con dos expresidentes mexicanos.
En un momento, cuando Cifuentes Villa era interrogado por Lichtman, el testigo reconoció que su asistente personal, Andrea Vélez Fernández, había trabajado para el consultor político J. J. Rendón cuando este fue contratado por el equipo de campaña de Peña Nieto. A decir de Cifuentes Villa, Vélez le envió fotografías de “maletas repletas de dinero”.
Cuando Lichtman le preguntó al colombiano si el destinatario de las maletas era Peña Nieto, los fiscales objetaron a la pregunta al considerarla poco relevante para el caso.
“De acuerdo”, dijo el juez Cogan.
Después de eso no se volvieron a mencionar las maletas.
NUEVA YORK — De acuerdo con un testigo del juicio contra Joaquín Guzmán Loera, el expresidente mexicano Enrique Peña Nieto habría aceptado 100 millones de dólares como soborno de parte de narcotraficantes.
Ese fue el impactante testimonio que ofreció este 15 de enero en un juzgado de Nueva York Álex Cifuentes Villa, traficante colombiano que trabajó de cerca con Guzmán desde 2007 hasta 2013, cuando ambos se escondían de las autoridades en uno de los ranchos del Chapo en las montañas de la sierra Madre, en México.
“¿Guzmán le pagó un soborno de 100 millones de dólares a Peña Nieto?”, le preguntó Jeffrey Lichtman, uno de los abogados del Chapo, a Cifuentes Villa durante el interrogatorio de la defensa.
“Sí”, respondió el testigo.
Guzmán podría dar más detalles pronto. Poco después de que el jurado se retirara a las 4:30 de la tarde del martes 15, Lichtman confirmó que el capo podría declarar en su propio juicio al enviar el nombre de Guzmán a la fiscalía como posible testigo por parte de la defensa.
Lichtman dijo que agregar el nombre de Guzmán a la lista no garantiza que declare sino que es “posible” que lo haga.
“Si no lo agregara a la lista esto podría excluirlo de la posibilidad de testificar”, dijo Lichtman en una entrevista. “Así que solo fui incluyente”.
El testimonio de Guzmán sería un giro sorprendente. Aunque sus subordinados ya han ofrecido detalles sobre las operaciones del cártel, el capo podría ofrecer información más privada, por ejemplo cómo habría hecho para sobornar a un presidente de México.
De acuerdo con Cifuentes Villa, Peña Nieto buscó al Chapo poco después de la votación presidencial de 2012 en la que fue electo y le pidió un pago de 250 millones de dólares a cambio de frenar la búsqueda del narcotraficante.
Guzmán, según Cifuentes Villa, le hizo una contraoferta: le daría a Peña Nieto solo 100 millones de dólares.
“¿Y el entendido era que Guzmán no tenía que estar escondido?“, preguntó Lichtman.
“Sí“, respondió el colombiano, “eso es lo que me dijo Joaquín”.
El abogado citó una entrevista que Cifuentes Villa dio a las autoridades estadounidenses en 2016 para preguntarle al testigo si los Beltrán Leyva, exaliados de Guzmán Loera, le habían dado dinero al expresidente Felipe Calderón en 2008.
“No recuerdo bien eso”, respondió Cifuentes Villa. Y agregó momentos después: “Por el momento no lo recuerdo”.
Ni Peña Nieto ni Calderón pudieron ser contactados para hacer comentarios al respecto.
Mientras que otros testigos en el juicio de Guzmán, que se realiza en la Corte Federal de Distrito en Brooklyn, han testificado sobre supuestos sobornos de parte de narcotraficantes a integrantes de la policía mexicana y a funcionarios públicos de ese país, las revelaciones sobre Peña Nieto son las acusaciones más escandalosas hasta el momento. De resultar ciertas, indican que la corrupción de los cárteles de la droga han llegado a infiltrarse en el más alto nivel del poder político en México.
Cifuentes Villas, además de mencionar a los expresidentes, comentó otros presuntos sobornos de Guzmán y sus aliados a funcionarios mexicanos. El testigo aseguró que al menos en dos ocasiones los narcotraficantes le pagaron a militares mexicanos entre 10 y 12 millones de dólares para realizar operativos “para matar o capturar” a asociados del Cártel de los Beltrán Leyva, rival del grupo de Sinaloa durante la guerra que sostuvieron contra ellos.
Asimismo, Cifuentes Villa dijo que la policía federal de México no solo se hacía de la vista gorda frente al narcotráfico, sino que en ocasiones participaba en él. Le dijo al jurado que una vez los narcotraficantes les enviaron fotografías a los policías de maletas de cocaína que enviaron por avión desde Argentina a México y que los oficiales tomaron esas maletas de la zona de recolección de equipaje y después revendieron ellos mismos la droga.
Todo esto fue durante el extenuante segundo día del testimonio de Cifuentes Villa, quien ya confesó haber cometido una gran variedad de delitos en su tiempo en el banquillo.
Al declarar, Cifuentes Villa admitió haber concebido un fallido intento de homicidio en Canadá con los Ángeles del Infierno. Reconoció haber comprado explosivos plásticos de la viuda de un narcotraficante hondureño. Dijo que le pagó medio millón de dólares a un juez en Ecuador para que desestimara el caso de un militar ecuatoriano acusado de trabajar con el cártel y agregó que después ayudó a secuestrar al oficial cuando parecía que estaba engañando a Guzmán.
Desde el comienzo del juicio, en noviembre, se ha sugerido que altos funcionarios mexicanos recibieron dinero sucio. En su declaración inicial, el abogado Lichtman afirmó que su cliente había sido incriminado durante años mediante una conspiración planeada por su socio, Ismael “el Mayo” Zambada García, en alianza con agentes antidrogas estadounidenses “deshonestos” y un gobierno mexicano “completamente corrupto”, incluyendo a dos expresidentes de México.
Entonces, los portavoces tanto de Peña Nieto como de Calderón emitieron comunicados indicando que las acusaciones eran falsas. El juez a cargo del caso, Brian Cogan, posteriormente advirtió a Lichtman que no prometiera al jurado que escucharía declaraciones si esas no podían ser sustentadas con evidencia del caso.
Cuando estaba por terminar la primera semana del juicio, los abogados de Guzmán informaron al juez Cogan por separado que un próximo testigo, Jesús Zambada García, hermano del Mayo, testificaría, si le preguntaban, que dos expresidentes mexicanos habían recibido sobornos del Cártel de Sinaloa.
No obstante, el juez Cogan prohibió que el jurado escuchara ese testimonio, al aducir que causaría vergüenza a “individuos y entidades” —de quienes no especificó nombres— que no estaban directamente involucrados con el caso.
Sin embargo, este martes 15 el juez Cogan permitió prácticamente sin interrupciones que Cifuentes Villa testificara sobre lo que él sabía de esos presuntos sobornos relacionados con dos expresidentes mexicanos.
En un momento, cuando Cifuentes Villa era interrogado por Lichtman, el testigo reconoció que su asistente personal, Andrea Vélez Fernández, había trabajado para el consultor político J. J. Rendón cuando este fue contratado por el equipo de campaña de Peña Nieto. A decir de Cifuentes Villa, Vélez le envió fotografías de “maletas repletas de dinero”.
Cuando Lichtman le preguntó al colombiano si el destinatario de las maletas era Peña Nieto, los fiscales objetaron a la pregunta al considerarla poco relevante para el caso.
“De acuerdo”, dijo el juez Cogan.
Después de eso no se volvieron a mencionar las maletas.
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