El funcionario se desempeñó como asistente adjunto del presidente George W. Bush y asesor adjunto de seguridad nacional en ese gobierno, para el cual también supervisó la política de Estados Unidos en el Medio Oriente", según el Consejo de Relaciones Exteriores, con sede en Washington.
Abrams ha desarrollado estudios sobre el Medio Oriente de esa organización sin fines de lucro, que se especializa en la política exterior y en los asuntos internacionales de Estados Unidos.
Se convirtió en uno de los asesores de la Casa Blanca en democracia global.
También fue uno de los que propuso la invasión a Irak durante el gobierno de Bush, según el periódico estadounidense Wall Street Journal.
Previamente sirvió en el gobierno de Ronald Reagan, en el que se desempeñó en cargos relacionados con derechos humanos, temas laborales y asuntos interamericanos.
El escándalo Irán-Contra
Abrams fue condenado por esconder información al Congreso de Estados Unidos en el escándalo Irán-Contra.
Pero posteriormente fue indultado por George H. W. Bush.
Este caso se trató de uno de los principales escándalos de la historia reciente de Estados Unidos.
El tema acaparó la audiencia global cuando uno de los asesores de Reagan, Oliver North, compareció en 1987 ante el entre legislativo estadunidense para explicar cómo el gobierno de Washington le vendía armas a Irán de forma secreta para financiar a la guerrilla de la Contra, que luchaba contra el gobierno sandinista en Nicaragua.
Centroamérica
De acuerdo con el diario británico The Guardian, Abrams es "ampliamente recordado en Centroamérica".
El diario señala que, durante su paso por el gobierno de Reagan, Abrams "intentó encubrir una masacre de mil hombres, mujeres y niños en El Salvador".
Se trata de la masacre de El Mozote, ocurrida en diciembre de 1981, en la que unas 1.000 personas fueron ejecutadas por fuerzas especiales del Ejército, que realizaban labores de contrainsurgencia y perseguían a guerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
En el 2011, en una ceremonia en ese lugar, el entonces canciller de El Salvador, Hugo Martínez, pidió perdón por lo que llamó la "ceguera del Estado".
Los asesinatos fueron cometidos por tropas salvadoreñas que pertenecían al extinto Batallón de Infantería de Reacción Inmediata Atlacatl.
En el 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos anunció una condena contra El Salvador por esa masacre ocurrida durante la guerra civil que tuvo lugar entre 1980 y 1992.
El reporte de HRW
Un reporte de 1992 de la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) sobre lo ocurrido en El Mozote y "la necesidad de recordarlo" señala que:
* "(…) Durante una audiencia en el Senado, el subsecretario de Estado para los Derechos Humanos, Elliot Abrams, astutamente distorsionó varios puntos para desacreditar las versiones públicas de la masacre".
* "Abrams también insistió en que el número alto de víctimas reportadas en la prensaera inverosímil, señalando que sólo 300 personas habrían estado viviendo en El Mozote en el momento de la presunta masacre".
* "(En el Senado) Abrams prodigó elogios al Batallón Atlacatl, diciendo que 'el batallón al que usted se refiere (en relación con la masacre de El Mozote) ha sido elogiado en varias ocasiones en el pasado por su profesionalismo y por la estructura de comando y control cercano en que las tropas se mantienen cuando entran en batalla".
Cuba
En su intervención del sábado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Abrams indicó que "hoy existe un satélite presente aquí y es Venezuela, que desafortunadamente se convirtió en satélite de Cuba y Rusia".
Y es que su posición de cara a Cuba no ha sido la más positiva.
En el 2014, frente a la noticia de que Estados Unidos planeaba normalizar las relaciones con el país caribeño, Abrams escribió en Weekly Standardque la medida debía preocupar a los aliados de Estados Unidos en el Medio Oriente, Asia y Europa, quienes se preguntarían si Estados Unidos anunciará algún día un "cambio de política importante" hacia otros provocadores regionales, como Irán, China y Rusia, recordaba el periodista de la BBC Anthony Zurcher.
"¿Cuánto valen las garantías y promesas estadounidenses si una política de 50 años seguida por demócratas como Johnson, Carter y Clinton se puede descartar de la noche a la mañana?", señaló.
"En más de unas pocas cancillerías, la pregunta que se planteará a medida que termine este año es: ¿quién es el siguiente en descubrir que Estados Unidos está hoy más interesado en propiciar a sus enemigos que en proteger a sus aliados?"
Un republicano
Abrams, de 70 años y con un español fluido, es considerado un conservador que en su carrera diplomática ha abogado por el liderazgo de Estados Unidos en el orden mundial.
Es autor de cinco libros, entre ellos: "Undue Process, Security and Sacrifice" ("Proceso indebido, seguridad y sacrificio"), "Faith or Fear: How Jews Can Survive in a Christian America" ("Fe o miedo: cómo los judíos pueden sobrevivir en una América cristiana"), y "Realism and Democracy: American Foreign Policy After the Arab Spring" ("Realismo y democracia: la política exterior estadounidense después de la Primavera Árabe").
Tras su nombramiento este viernes, la prensa internacional ha evocado lo que este veterano republicano escribió en 2016 en un artículo de opinión publicado en Weekly Standard, titulado: "When You Can't Stand Your Candidate" ("Cuando no puedes apoyar a tu candidato").
En ese comentario, Abrams le advirtió a su partido que "ha nominado a alguien que no puede ganar y que no debería ser presidente de Estados Unidos".
Esas palabras parecen haber quedado en el olvido tanto para Abrams como para el gobierno de Trump.