El escritor se dirige a su 'alteza incomodísima'
El escritor José Domingo Ortiz envía un texto a la redacción de VANGUARDIA en el que habla sobre la disculpa que solicitó el gobierno federal a la corona española.
Sobre esta Mario Vargas Llosa opinó que AMLO debió excribirse una carta ya que en México continúan la opresión a pueblos indígenas.
Aquí te presentamos el texto que dejó el poeta saltillense a VANGUARDIA
Carta abierta a su alteza incomodísima el Rey de España Felipe VI a propósito de una disculpa solicitada y de la respuesta del Marqués Vargas Llosa
Por: José Domingo Ortiz
Entiendo que no quiera usted disculparse por las matanzas, los exterminios, las supresiones, los saqueos, entiendo que no asuma que la matanza de Templo Mayor - es un ejemplo- haya sido más que un exceso, o que fuera suficiente para tal motivo.
Que no le haya bastado saber que Cortés, lo describió entusiasmado. Empeñado en lograr tierras para la corona, naturales para la gracia del señor, se afanara en trozara gaznates y suprimir pueblos.
Al parecer, no ha sido suficiente. Que en aras de saber que se quería “cristianizar el mundo” se habría de exterminar a cuanto indio u hombre natural se opusiera.
Entiendo que usted no amerita saber que aunque en muchos casos fue un exterminio “de la manera más santa y docta” con la espada y la cruz acompañada de la iglesia católica, bajo la estulticia de su bendición, que ciertamente hizo labor de oficio; en favor de los indios pero también santificó el cuchillo y la horca, del rojo amanecer, exoneró de culpa el sometimiento y las violaciones, los despojos, y la sobre - explotación de los indios- llegaron a decir que no éramos humanos y eso; me resulta imperdonable y para ustedes; altamente vergonzante.
A quién carajos va a importarle si la Conquista no fue lo suficientemente homicida como para deletrear un mundo de gotas de sangre que nombra su historia, como si afectara su honor reconocer lo que sabemos, como si no bastara la explotación de trescientos años de colonia podría muy bien completar el cuadro, con las serviles rabietas del marqués de espanto, Vargas Llosa, que al parecer agradece la conquista y la “plenitud de su vida “en la corte.
Entonces contaremos como botón de muestra, la expansión de los sagrados territorios del señor de las calamidades, el Rey de España, o la perdida e iracunda respuesta de azotar a los que osaran acaso pensar que nuestra tierra era libre o pertenecía a las tribus nómadas del norte de México, o a los mechicas, que fundaran bajo el designio de hacer una nación, el lugar donde el águila devora la serpiente los que bajaron del estrecho de Bering y luego partieron de Aztlán, guiados por Tenoch, para fundar en el año de 1325 La gran Tenochtitlán; supieron de nuestro destino primigenio como nación la tierra y la materia, la voz y el espíritu - serpiente vendría así la conquista, la persecución, el azote, la muerte por envenenamiento la supresión masiva, y vendría trecscientos años despúes, la excomunión de Hidalgo, que lo linchen, Que lo cuelguen de los dedos si pudieran Que ahorquen a Morelos Pero sobre todo: que vengan al Santo Oficio, de la siempre santa iglesia católica, madre misericordiosa apostólica y romana,a reforzar la causa para ser excomulgados.
Me cago en la virgen para ser excomulgado, por una iglesia cómplice por una iglesia dueña de panteones, de registros civiles, de conciencias, dueña de las almas y las bulas manifiestas.
Entiendo que no se quiera usted disculpar, ¿Le da vergüenza? porque además el rey no miente, no engaña, no asesina, solamente ordena.
Pero se engañan; mienten, auto-laceran, permítame decirles que es una falacia, decir que la historia de la Conquista es sagrada e inmaculada, ¿que les debemos dar las gracias? ¡Qué poca madre tienen! Sabemos que fue un asesinato o genocidio, en diferentes momentos de los hechos podemos – si es necesario- ilustrarlo usted verá su alteza incomodísima: hace algunos años, estuve en la tierra de Gaudí, en Barcelona, la hermosa tierra catalana y mis amigos de aquellos lares, los catalanes no asumen la conquista como algo que les pertenezca no son cómplices (a su manera de pensar) de una asesinato, de un genocidio, creo que no podríamos enumerar los abusos cometidos, pero ahora lo veo a usted, como un recuerdo de familia muy lejana aunque por otra parte, nunca olvido que recibimos la más alta memoria, y la lengua más pulcra y digna; el castellano míreme nada más, que bien argumento y brinco con palabras, celebro nuestro idioma, mis alcances inauditos del lenguaje, lo demuestran.
Recibimos el color de la aceituna morena y de los hombres del norte de África, amamos a las mujeres más bellas de la tierra, en América somos morenos, porque somos los hijos de los indios americanos.
Hemos amado toda la vida nuestra hermana de sangre; España. Porque contradictoriamente llevo en mis pendones, la voz de Rodrigo Díaz de Vivar, la de Cervantes, la de Quevedo la de Góngora, la de Unamuno la de Ortega y Gasset.
He amado la cultura española, Pero nunca bajo la insignia de la servidumbre que ofrecen los marqueses, pero ante todo, soy México, mi ancha y amorosa patria la hermosa forma de ser del trópico incluso, en ésta pasión desdoblada en batallas labradas en palabras también es México y España.
Este corazón amagado a besos por tocados o deseados, también es Miguel Hernández, O Díaz Mirón O Manuel Payno Octavio Paz. Arreola Benítez Carlos Fuentes Vasconcelos. Pero si hablamos solamente de una disculpa, de la devolución de los archivos que guardan en Sevilla (Es otra cosa) Son los Archivos de Indias, por ejemplo: nuestros códices, que tan celosamente guardan como trofeos de guerra, permítame decirle: que soy un mexicano más que sabe y que se indigna por que no les pertenecen, su alteza incomodísima. La petición, solicitud expresa; respetuosamente les pedimos la disculpa, debería de acompañarse de la solicitud de la devolución (Entre otras cosas) de lo que no les pertenece.
No es la desmesura que ahora ustedes cuentan, decir que es un insulto pedirle a usted, una disculpa, me parece que sería una buena oportunidad una buena certeza, sobre todo si se acompaña de la devolución de los objetos sagrados, que fueron saqueados (el oro no, porque está incrustado en las iglesias) que le pidan una disculpa no es descabello más bien sería como firmar la alianza de nuestros pueblos hermanos.
Nosotros somos la misma sangre, la misma raza, mire usted don Felipe Sexto: Estamos hablando de asesinatos masivos, de saqueos, de violaciones, de engaños, y de imposiciones, entiendo que es un proceso de conquista. ¿No sería posible su alteza una disculpa? ¿No sería posible hacerlo de la manera más sabia y humilde? Creo que valdría la pena.
Ahora he firmado un decreto de poeta: La historia de América, será vista en lo sucesivo como la historia de la reconciliación, siempre y cuando nos digan la disculpa. Andrés Manuel sabe, que acierta en su propuesta, pero si Ud. No lo recuerda, han sido innumerables las heridas.
No le parece que podríamos sentarnos a tomar una taza de café mientras pasa la tarde y recordamos ¿ la fila de almas limpias que fueron sacrificadas? Nosotros somos hijos de la libertad y del viento, del mar y las distancias, del desierto y nuestros cielos amplísimos de las montañas y del mañana de América. Saquear las culturas, los pueblos, someter sus mujeres, violarlas, y luego hermosamente venir a la mesa a decirnos que es ofensivo pedir una disculpa Y si quedara algo que nos falte para colmo de reyes
y de príncipes, como un botón de muestra aunque cargada de las más altas impudicias con reguero de sangre por los costados como si fuera un animal inmenso e inconforme que hace de sus suertes, la muerte de viruela negra como si no fuera suficiente ay mi madre!
se molestan. Vamos a dejar que siga pasando la tarde… su alteza incomodísima.
y de príncipes, como un botón de muestra aunque cargada de las más altas impudicias con reguero de sangre por los costados como si fuera un animal inmenso e inconforme que hace de sus suertes, la muerte de viruela negra como si no fuera suficiente ay mi madre!
se molestan. Vamos a dejar que siga pasando la tarde… su alteza incomodísima.
Saltillo, Coahuila a 27 de marzo del 2019
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