BLOG DE ANÁLISIS Y PERIODISMO PROPOSITIVO

BLOG DE ANÁLISIS Y PERIODISMO PROPOSITIVO
La verdad nos hará libres...

lunes, 5 de abril de 2010

¿Una reforma que deja fuera a 1.8 millones de mexicanos? (Blah!)

Por Ana F. Vega (Avega)
Blog Invitado: La Lonchería
http://laloncheria.com


Loncheros queridos…va mi texto publicado en El Economista sobre trabajadoras del hogar y reforma laboral..

Una de las prioridades legislativas del gobierno de Felipe Calderón es la reforma laboral. En México debemos encontrar la forma de hacer las reglas del mercado laboral menos rígidas para evitar que se interpongan en el camino de la creación de mejores empleos para todos. En eso es difícil no estar de acuerdo. Hay, sin embargo, prioridades dentro de las prioridades y para analizar la pertinencia de la propuesta calderonista es tan importante analizar lo que se incluye, así como lo que se excluye de la discusión.

Aquí es adonde viene a cuento el tema de los trabajadores domésticos… esas casi 2 millones de personas que trabajan con pocos o nulos derechos y garantías en el país. No son los únicos trabajadores en esa situación, cierto, pero en verdad hay pocas áreas en las que el saldo para el Estado mexicano sea tan vergonzoso.

Los trabajadores del hogar, como prefieren ser llamados –la palabra “doméstica” les parece peyorativa– son una fuerza laboral que ha sido sistemáticamente explotada y discriminada con la complacencia de autoridades de todos colores, niveles y jurisdicciones.

Desde las administraciones federales se han implementado políticas públicas que no arreglan nada porque no disponen de los fondos suficientes o porque dependen de la “buena voluntad” de los empleadores… y ya sabemos que eso de la “autoregulación” termina siendo un compendio de buenas intenciones que poco se acercan a la realidad. Además, pocos discutirían que la autoregulación funciona sin que existan los incentivos básicos como para que surja voluntariamente… y en el caso del trabajo doméstico en México no hay ningún incentivo de peso.

Desde el Poder Judicial la discriminación ha tomado forma en al menos dos sentencias dictadas en las que los jueces dictaminaron que el trabajo en el hogar –remunerado o no– cae en el ámbito “familiar”, por lo que no pueden otorgarse los mismos derechos a esas personas que al resto de los trabajadores. El Legislativo también ha aportado su dosis de vergüenza pública: iniciativas congeladas y abierta ignorancia a las convenciones internacionales firmadas y ratificadas por México en temas como, por ejemplo, el trabajo infantil. ¿En castellano? Varios congresos mexicanos se han negado a legislar para prohibir la contratación y explotación de menores de edad para que trabajen como empleados del hogar. ¿Lindo, no?… igual de vergonzoso que las personas que insisten en contratarlos.

La salida. Hay forma de que el gobierno calderonista y el actual Congreso reparen esta deuda histórica. Deben hacer suya una propuesta que presentó en noviembre del 2007 la entonces legisladora Rosario Ortiz Magallón, en la que se propone que los trabajadores del hogar tengan los mismos derechos que el resto de los trabajadores de México. No más, pero tampoco menos… increíble que un concepto de igualdad básica suene tan revolucionario.

Esa reforma, señor Presidente, señor Secretario del Trabajo, señores y señoras legisladores, sería una buena forma de celebrar el Bicentenario de nuestro país. Sería una reforma que eliminaría prácticas que se acercan más a la esclavitud que a lo que entendemos por trabajo moderno, libre y remunerado.

Estoy segura de que para lograr esta reforma hay obstáculos y asegunes… de eso no me cabe duda. Pero ustedes son capaces de sortearlos, ¿no? (Es pregunta).

No hay comentarios:

Publicar un comentario