De plano que éste es un país en el que la mayor riqueza son las burradas y se cultiva la especialidad de "sacarle al bulto".
Ya se habían tardado los escándalos de alta ventosidad. La verdad es que desde hace años estábamos esperando una confrontación pública entre Ernesto Zedillo y Carlos Salinas; parece que el momento ha llegado. Falta, por supuesto, que el expresidente Zedillo se decida subir al ring, pero las acusaciones que le hace el otro expresidente Carlos Salinas son bastante serias.
Y es que los mediosinformativos dan cuenta éste 24 de ebrero, 2010 que en un evento sobre privatización bancaria, Carlos Salinas de Gortari acusó a Ernesto Zedillo de:
“haber proporcionado información confidencial a mediados de diciembre de 1994 a unos cuantos empresarios mexicanos sobre la inminente devaluación, lo que dio pie para que éstos fugaran sus capitales y vaciaran las reservas internacionales en unas cuantas horas. Esta salida de recursos generó lo que llamó una crisis de insolvencia financiera. (Nota de La Jornada)
Salinas dijo, además, que fueron las autoridades estadunidenses encabezadas por el presidente Clinton las que “sugirieron” al gobierno de Ernesto Zedillo la forma de actuar frente a la crisis financiera de 1994-1995. Y por si fuera poco Salinas agregó, sin mencionar nunca por su nombre a Ernesto Zedillo, que la principal medida para hacer frente a la crisis del peso fue sugerida por las autoridades financieras de Estados Unidos y acatada por el gobierno mexicano.
Citó unas recientes memorias publicadas por el entonces secretario del Tesoro estadunidense, Robert Rubin, en las que se sostiene, según Salinas, que funcionarios de aquel país visitaban en secreto la residencia oficial de Los Pinos para acordar los términos del programa de rescate económico.
Salinas aseguró que el gobierno estadunidense le impuso al de Ernesto Zedillo la decisión de elevar las tasas de interés, aun cuando el equipo de la Secretaría de Hacienda se oponía a esa determinación. Las tasas pasaron de 7 a más de 110 por ciento. Fue esa decisión, dijo, la que provocó la quiebra de la banca mexicana, de miles de empresas y de cientos de miles de familias.
Claro que lo jodidos (saludos al Vasco Aguirre), no nos lo quita el saber quien de los dos millonarios expresidentes (deberían ser expresidiarios), tuvo o nó, la culpa del desmadre que heredamos.
Pero cuando las comadres se peléan, se sacan a relucir los trapos sucios. Veremos que pasa.
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