¿Has notado últimamente la cantidad de gente que dice ser cristiana? Hoy en día ser cristiano está de moda, es fácil y no lleva complicaciones.
Si le preguntas a alguien si cree en Dios, seguro te dirá: "Por supuesto, claro que creo en Dios". La cosa es que la mayoría de la gente cree en Dios, pero en realidad vive como si Dios no existiera, y tristemente esto pasa aun dentro de la Iglesia.
No es suficiente creer en Dios, ya que aun los demonios creen en Él: "Tú crees que existe un solo Dios. ¡Muy bien! Pero hasta los demonios creen en él y tiemblan de miedo." Santiago 2.19 (TLA)
¿Cómo puedes saber si alguien conoce verdaderamente a Dios? Las acciones de una persona te lo dirán: "Nosotros sabemos que conocemos a Diosporque obedecemos sus mandamientos. Si alguien dice: «Yo soy amigo de Dios», y no lo obedece, es un mentiroso y no dice la verdad. En cambio, el que obedece lo que Dios ordena, de veras sabe amar como Dios ama, y puede estar seguro de que es amigo de Dios. El que dice que es amigo de Dios debe vivir como vivió Jesús." 1 Juan 2: 3-5 (TLA)
"Dicen conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan; son odiosos y rebeldes, incapaces de ninguna obra buena." Tito 1.16 (DHH)
Conocer a Dios puede conducir a un estilo de vida positivo, pero lo inverso no siempre es cierto. Nuestras buenas acciones no prueban que disfrutemos de una verdadera comunión con el Padre. Solo porque hagamos el bien, no significa que conozcamos a Aquel que es el bien.
Cuídate mucho de ser un cristiano ateo: Aquel que cree en Dios, pero vive como si Él no existiera.
Me gustaría recomendarte un libro que acabo de leer y que justamente trata sobre esta problemática de la iglesia moderna.
Escrito por el pastor Craig Groeschel, un cristiano ateo en vías de recuperación, el mismo es una mirada honesta, contundente y reveladora a la fe de los que creen en Dios pero que viven como si Él no existiera. Si verdaderamente deseas crecer en tu fe, este libro te retará a una vida más profunda y más llena de Cristo.
He incluido el primer capítulo del libro en formato PDF como un adjunto en este mensaje.
Es hora de sincerarte contigo mismo y con Dios.¿Lo conoces? Si es así, ¿cuánto? Si de verdad admites que no lo conoces, te entiendo perfectamente. Durante mucho tiempo yo creí en Dios, pero no le conocía de verdad. Era como Job, que dijo: "Lo que antes sabía de ti era lo que me habían contado, pero ahora mis ojos te han visto, y he llegado a conocerte." Job 42.5 (TLA)
¿Te ha transformado Dios? ¿Has cambiado a causa de Él? Si no es así, es muy probable que seas un cristiano ateo. Lamentablemente, nuestro pecado nos separa de Dios, porque él es santo. Y en su misericordia y gracia Dios envió a su Hijo, Jesús, para que fuera el sacrificio perfecto por el perdón de nuestros pecados. Jesús, el Hijo de Dios que no tenía pecado, se convirtió en pecado por nosotros en la cruz. Él es el «cordero de Dios» que murió en nuestro lugar. Romanos 10:13 dice: «Todo el que invoque el nombre del Señor será salvo». Y «todo el que invoque» nos incluye a ti y a mí.
Si no conoces a Dios, puedes conocerle. Si antes estabas cerca de Dios, puedes volver a estarlo. No es difícil conocer a Dios, y no se trata de un conjunto de reglas. Sí, Dios quiere tu obediencia, pero más que eso desea tu corazón. Él afirma una y otra vez que si lo buscas, lo encontrarás (Deuteronomio 4:29; Jeremías 29:13; Mateo 7:7-8; Hechos 17:27). Puedes encontrarlo si lees tu Biblia. Él ha estado siempre allí. Y cuando empieces a buscarlo, descubrirás que ya está corriendo hacia ti, porque te ama demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario