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domingo, 8 de enero de 2012

Coahuila, caso que pasó de lo jurídico a la disputa política


Mauricio Rubí / El Economista

Habían pasado poco más de cinco meses de haber asumido la Presidencia Nacional del PRI cuando el coahuilense Humberto Moreira fue señalado por el PAN por haber aumentado, como Gobernador, la deuda estatal en 434 por ciento.
Para diciembre del 2011, el priísta renunció a dicho cargo.
El 14 de agosto del 2011, el líder del PAN, Gustavo Madero, acusó a Moreira de “faltar a su palabra” de que el PRI aprobaría en la Cámara de Diputados las reformas política, laboral y de seguridad nacional, al considerar que lo “condicionaba” a que los estados del país -la mayoría gobernada por el tricolor- recibieran mayores recursos a través de una reforma a la Ley de Coordinación Fiscal.
“La verdadera razón por la que Humberto Moreira secuestra la agenda legislativa, que generaría oportunidades a millones de mexicanos, es su propio interés. Siendo Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira aumentó la deuda estatal en 434%”, declaró entonces el panista, quien aseguró que la deuda estatal había pasado en la administración de Moreira de 323 millones a 31,934 millones de pesos.
En respuesta al PAN, Humberto Moreira defendió que los recursos se invirtieron en obra pública y emitió argumentos como el siguiente: “En todas partes hay financiamiento. No queda hipotecado (Coahuila). Hay un margen, se ve que hay solvencia en el estado, que los propios bancos dicen: ‘Ahí están las obras (públicas)’. Están a la vista de todos”.
De agosto a diciembre del 2011 se generó un intercambio de acusaciones entre PRI y PAN. En ese lapso también salió a la opinión pública información sobre una presunta falsificación de documentos para la obtención de créditos a cuenta de participaciones federales, lo cual supuestamente involucraba al gobierno de Moreira y a funcionarios de Hacienda.
En los primeros días de diciembre Moreira, dejó la dirigencia del PRI. “Presento -la renuncia- porque lo más importante que tenemos los priístas es nuestra institución y nuestro instituto político, porque no voy a permitir que por una guerra mediática se esté tratando de dañar a mi partido”.
CARGOS QUE PESAN
El investigador del Tecnológico de Monterrey, Héctor Moreno, advirtió que el impacto del caso de la deuda de Coahuila no hubiera sido de tal magnitud si Humberto Moreira no hubiera sido el Presidente Nacional del PRI.
“La diferencia entre lo que recibe Moreira en cuanto a deuda y al final lo que deja es demasiado amplia. Sería desde luego observable (...). Como Gobernador priísta sí tendría importancia; sin embargo, la caja de resonancia que significa ser el Presidente del partido y que, por otro lado, había sido exitoso en las contiendas electorales de gubernaturas que le había tocado (...) le viene como anillo al dedo (a la oposición).
Como Gobernador tendría importancia, pero no la que cobró siendo Moreira el Presidente del partido”, comentó.
mrubi@eleconomista.com.mx


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