Bajo la atenta mirada de un Washington DC preocupado, un joven gobernador, buen mozo y con buena presencia, busca hacer olvidar el pasado corrupto de su partido a los votantes mexicanos. Un caso para que lo consideren los opositores argentinos deshauciados por su falta de liderazgo.
Enrique Peña Nieto, el "Beckham del PRI"
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Tendría que haber sido la fiesta de ascención de Eruviel Ávila al gobierno del Estado de México. Pero se transformó en la gran despedida-recepción de Enrique Peña Nieto, lanzado ayer (15/09) por la militancia mexicana en pos de la silla presidencial.
La cúpula del PRI, que ha demandado “respeto a los tiempos”, guardó silencio, incapaz de oponer resistencia a la ovación de pie que, desde las gradas del Teatro Morelos, gritó: “¡Se ve, se siente, Enrique presidente!”
Fue una despedida imperial, una catarsis que vino en la forma de un grito largamente contenido. Por fin, el campo peñanietista no tiene nada que le estorbe para decirlo. Y lo dijo. Principalmente los alcaldes del estado: “¡Vas para presidente!”
Enrique Peña Nieto es la nueva oportunidad del Partido Revolucionario Instirucional de retomar el poder en México. Un tema que desvela a USA.
El entonces secretario adjunto de Estado de USA para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, declaró hace unos meses que ve sectores nuevos y gente nueva en el PRI de México.
El funcionario saliente no descartó la posibilidad de que después de las elecciones federales de 2012 en México, un candidato “priista” recupere la presidencia.
“Yo no concuerdo con la idea de que ahí hay un partido de Dinos”, dijo Valenzuela al rechazar que en USA haya temor ante un eventual retorno del Revolucionario Institucional a Los Pinos y al defender la regeneración que, desde su punto de vista, se ha producido.
Agregó entonces que gane quien gane, la relación bilateral entre México y USA no tendrá mucho margen de cambio, pues la vecindad geográfica de ambos países está marcada por problemas en común en materia de seguridad, lucha contra el narcotráfico, migración y comercio.
Sin embargo, para Luis Rubio, tan conocido en México como en USA, donde ofrece conferencias, publica artículos de opinión en influyentes diarios y forma parte de las directivas del Instituto México del Woodrow Wilson Center, el Instituto Peterson de Economía Internacional y el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, las cosas no son tan simples. Con 37 libros publicados, entiende que en Washington hay preocupación por el ascenso del PRI en México. Aduce que allí se cree que su triunfo representaría el regreso al pasado
“Yo creo que no hay una comprensión de qué es lo que ha pasado en México estos años. Hay una visión muy sesgada de que alguien distinto al PRI ha sido mucho mejor. El problema de México es que las estructuras y las instituciones han determinado que sean igual de incompetentes los presidentes actuales que los anteriores. Al día de hoy, como dice la expresión americana, la elección “is for PRI to lose”. Sin embargo, es altamente probable que el PRI gane.
Mientras tanto la violencia en la frontera y el tráfico de drogas con USA lleva a esta última a revisar sus prevenciones de antaño, situación condicionada no solo por las elecciones en México, sino tambien por las propias de USA.
Para Rubio, no importa quien gane, en México habrá un cambio porque no está funcionando lo que hay. Cada gobierno intentaría cosas distintas, porque cada uno respondería a cosas diferentes. Las prioridades de cada posible administración en México, según la elección, serán diferentes.
Cree Rubio que todos van a cambiar la estrategia de seguridad no porque la puedan abandonar, sino porque buscarán una nueva manera de hacerlo, porque ésta obviamente no está rindiendo.
Y respecto a USA habrá un intento de acercamiento y de buscarlo como socio. Cómo lo enfoquen y qué grado de capacidad de convencer a los ‘gringos’ de que hay que pensar en una cosa distinta, de crear un sentido de propósito común, va a depender de la estrategia, de la manera de cómo vayan la elección mexicana y la elección estadounidense, que también será muy importante. Yo no creo que tenga que ver con quién sea el presidente en USA, pero sí de cómo lo plantea México y cuál sea la situación de la sociedad estadounidense.
¿Gana el PRI?
Silvana Paternostro cuenta en su nota en The Atlantic cómo un joven gobernador, buenmozo y con buena presencia, busca hacer olvidar el pasado corrupto de su partido a los votantes mexicanos: Traducimos a continuación y para nuestros lectores la nota de Paternostro contándonos acerca de la nueva esperanza del PRI:
"Si las encuestas son correctas, estoy volando en un helicóptero con el próximo presidente de México. Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México desde 2005, en camino para inaugurar una nueva sección de una carretera. A medida que avanzamos en nuestro camino sobre los campos de maíz seco divididos por una carretera que se extiende hasta el horizonte, Peña Nieto pone un chicle en su boca y protector solar en su rostro. "Mi prioridad es la creación de infraestructura para que vengan las inversiones", dice. En 2 días, estará cortando la cinta de un paso superior. "El votante tiene que entender que estoy ocupándome de él".
Debe ser por eso que “El Gober”, como Peña Nieto es conocido, ha pasado el último año inaugurando varias obras públicas por semana. Los miembros del Partido Revolucionario Institucional, que gobernó México durante más de 70 años hasta el año 2000, se reunirán este otoño para decidir las reglas para nominar al candidato presidencial del partido.
La campaña no comenzará hasta abril, y la elección en sí misma no se llevará a cabo hasta el próximo mes de julio. Pero el impulso y el momentum -como el regreso del PRI al poder- ya parece imparable.
Encuestas de julio lo muestran con una ventaja de 30 puntos sobre su rival más cercano, montado sobre la ola de una aplastante victoria del PRI en unas elecciones estatales recientes que se llevaron a su designado como sucesor al cargo, con la entrega del mando ocurriendo este 16 de septiembre. Para un partido con una extensa historia de corrupción, malversación y fraude electoral, la popularidad personal de Peña Nieto ofrece, sin duda, la mejor oportunidad en una década para recuperar la presidencia.
Las aspiraciones presidenciales de Peña Nieto se deben en parte a la ira de los votantes por el fracaso de la administración del presidente Felipe Calderón para frenar la barbarie de la guerra contra las drogas, y a la sensación de que estarían más seguros con el PRI, que ha sido ampliamente sospechado de haber pactado con los traficantes en lugar de luchar contra ellos.
Sin embargo, Peña Nieto también goza de una enorme influencia debido a su control del Estado de México, o Edomex, cuyo producto interno bruto es de $77 mil millones y cuenta con una población de 15 millones (con un estimado de 10 millones de votantes) lo que supera a cualquier otro estado mexicano. "Edomex", dice Jorge Castañeda, exministro de Relaciones Exteriores de México, "es toda la enchilada".
Y el PRI no es ajeno a eso de asegurarse de que todo el mundo se lleve su mordida. Como parte de su campaña para gobernador, Peña Nieto recorrió 125 municipios del estado preguntándole a los residentes que obras públicas necesitaban. Antes de irse, él sacaba su lapicera, firmaba la lista de deseos, y se comprometía a entregar lo que había prometido. Peña Nieto estampó su firma más de 600 veces y llamó a las promesas "compromisos". El segmento de carretera que estamos volando responde al Compromiso Nº 496.
Sin embargo, en su ascenso al poder, Peña Nieto, con más de 45 años, también ha tenido otros activos, menos tangible: su buena apariencia ha inspirado a sus oponentes a llamarlo "un Barbie masculino" o "el Beckham del PRI", y su asociación con Televisa, la mayor compañía de medios masivos de América Latina y, a través de sus populares telenovelas, creador de estrellas como Salma Hayek. (De acuerdo con Jenaro Villamil, periodista de la revista liberal Proceso, Peña Nieto le paga a Televisa cerca de $ 2.4 millones al año por la cobertura en los medios de comunicación).
En enero de 2007, en un giro que podría haber surgido de uno de los programas de Televisa, el nuevo gobernador regresó a su casa una noche para encontrar a su primera dama en la cama, enferma. Horas más tarde, yacía muerta en el hospital, muerta por un ataque de arritmia inducida. El gobernador-estrella se convirtió en el “viudo de oro”, el soltero más codiciado de México, aprovechando las cámaras donde quiera que fuera. En los mítines políticos, las mujeres cantaban: “Peña Nieto, bombón, te quiero en mi colchón”. Y luego, en un perfecto final feliz de telenovela, el gobernador se enamoró de una estrella de Televisa, nada menos: Angélica Rivera, conocida como "Gaviota" por su personaje en “Destilando Amor”, un drama en el que una pobre campesina se enamora de un vástago y, eventualmente, viven felices y comen perdices. En un país donde la vida real se parece cada vez más a una película snuff, su noviazgo, complementado con un compromiso bendecido por el Vaticano, fue un cuento de hadas muy bien recibido por la sociedad mexicana.
Dos días más tarde, el magnetismo de Peña Nieto puede verse a pantalla completa en la inauguración de un puente de la autopista fuera de la ciudad de México. Con un sistema de sonido chirriante, Maribel Guardia, una estrella popular de la televisión, canta sus electro-ranchera en el escenario, dando vueltas en un uniforme con los colores del PRI con la gente acompañando desde sus asientos. Cuando se anuncia la inminente llegada del Gober, trato de esforzarme en lo que se conoce como la ruta del abrazo, un clásico besamanos. "Estoy aquí desde las 6 am", me dice una mujer de pelo abundante y muy maquillada. "No puedes taparme. He venido aquí para saludar al próximo presidente de México”. La mujer, Noelia Juárez, es parte de un grupo de Tlalnepantla de Baz, un bastión del PRI. Preguntada el por qué le gustaría que Peña Nieto dirija su país. "Él ha trabajado, ha mantenido sus promesas. Él es muy humano, y es precioso", responde.
El gobernador ha llegado. "Pero no tiene prisa", dice Juárez. Le llevará una hora trasladarse desde la entrada hasta el escenario. Las mujeres lo agarran y no quieren dejarlo ir. Todo un rockstar.
Cuando Peña Nieto se acerca, las mujeres de Tlalnepantla se apiñan frente a la cuerda que los separa, los brazos sobre los hombros y las cámaras y los teléfonos celulares listos. Se mueve lentamente, un grupo a la vez, un abrazo a todos los hombres y una postura mejilla a mejilla con todas las mujeres.
De repente, pasando el gobernador por delante de Juárez, este se da vuelta y enfila para el otro lado. Su rostro cambia. El Gober está dándole su abrazo a alguien justo frente a ella. Echa la parte superior de su por sobre la cuerda, y luego la totalidad del brazo, como si quisiera volar a través del aire, llamándolo por su nombre. Peña Nieto se da vuelta y camina unos pasos en su dirección. Juárez recibe su abrazo, sus picotazos, y su foto.
En el escenario, el gobernador se limpia el sudor de su frente y da sorbos a una botella de agua. Se sienta en el centro, como Jesús en la Última Cena. El alcalde de Cuautitlán Izcalli, una atractiva joven con una blusa de color rojo del PRI vuelve a hacer un llamamiento a lo que considera un "producto de esta nueva forma de gobernar, dando su vida para el Estado de México".
Peña Nieto se levanta para hablar. “Es muy bueno ser humilde: su gobernador, su siervo, su amigo”, le dice a la gente. “Gracias por haberme permitido decir lo que he hecho por ustedes”. Él Gober es bueno en el teatro de la política. Como dijo Castañeda, "Peña Nieto hace cosas... pero no siempre parece exhibir mucha curiosidad intelectual, y muchas veces se apega demasiado a su guión". Consultado Alejandro Almazán, periodista que cubrió a Peña Nieto cuando era candidato a la gobernación, dijo "Ellos necesitan mostrarse tanto (…) muchos en Edomex viven sin cloacas, electricidad, ni agua potable. Y lo que no se oye es que el Estado de México tiene una tasa muy alta de mujeres asesinadas, tan tremenda como la de Ciudad Juárez".
Otros críticas a Peña Nieto incluyen la autopromoción que hace de las obras públicas donde a veces los anuncios cuestan más que las obras mismas, como en el caso de la nueva iluminación de las calles en Tezoyuca.)
¿Por qué, entonces, sea Peña Nieto el probable candidato del PRI? "No porque él es el mejor", dice Almazán. "Muchos en el PRI tienen mucha más experiencia que él. Pero él es el que va a traer los votos".
"Antes", dice Peña Nieto a la multitud que le adora "ustedes se quedaban prisioneros del tráfico durante 2 horas y media. Después de hoy, les tomará 15 minutos unirse a vuestras familias después del trabajo. El “estacionamiento más grande del mundo", dice, se ha convertido en una carretera en movimiento de 22 kilómetros de largo, a un costo de 6,5 mil millones de pesos, o alrededor de US$ 530 millones. "Lo que haces es lo que importa", concluye, haciendo hincapié en estas últimas palabras con su mano derecha. Luego abandona el escenario seguido de un podio completo de personas VIP que se montan en distintas camionetas SUVs negras y relucientes, listas para ser los primeros en rodar por Compromiso Nº 497". Fuente: Urgente24
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