Gabriel Reyes Orona
Más de la mitad de los mexicanos ya es pobre, más de la mitad de la gasolina se importa, cada día cierran más fuentes de empleo, pero cada día velamos porque haya menos droga en Estados Unidos
Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciéndolo todo por dinero: Voltaire.
Barack Obama no vivió en México durante los últimos treinta años. Por eso no puede entender las raíces de la profunda frustración de los viscerales y furibundos aprendices de la política que nos gobiernan.
A los panistas se les nota con facilidad la furia contenida, la irascibilidad a flor de piel, la duda. El reclamo es sencillo, ¿si a los priístas les creían las cifras, por qué dudan de las nuestras?
Cuando ellos se desgañitaban en la vieja Cámara de Diputados que hoy alberga a la Asamblea de Representantes, ninguna instancia técnica los escuchaba, los organismos internacionales los veían con lástima y el empresariado mexicano les lanzaba mendrugos de apoyo electoral. Sus próceres se dedicaron cuarenta años a rescatar los mismos discursos, las mismas alegorías y cosecharon los mismos portazos, hasta la llegada de San Salinas.
Encendían en sus pupilas la ira y se rasgaban las vestiduras ante un régimen que elección tras elección los derrotaba, sin importar que tan “bien” fuera la gente que postulaban. La banda del “fraude electoral” adornaba sus orgullosos y henchidos pechos, porque no había de otra.
EL MILAGRO AZUL
En México, ningún presidente ha sido derrotado en las urnas, empezando por Ernesto Zedillo, quien tras cometer imperdonables errores como elevar el IVA un cincuenta por ciento, y prodigar avales gubernamentales sin autorización del Legislativo, se había enfrentado al PRI a muerte.
Sus errores los pagarán los mexicanos durante décadas, pero fue el creador de una nueva clase empresarial fundada en un acuerdo bancario empresarial que involucró 65 mil millones de dólares.
Las aventuras financieras de muchos deudores con pedigree acabaron en NAFIN, en BANCOMEXT, o en fideicomisos de recuperación de cartera, mecanismo que estableció una cofradía fundada en la complicidad.
Fue así como desde el 97 el Dr. Z tomó a un candidato que no venía de las filas tradicionales del panismo, alguien que se mostró dócil y flexible a las indicaciones del principal beneficiario del Zedillato, Roberto Hernández. Sí, Vicente Fox pedía apoyo a quien fuera compañero de aulas, y éste supo capitalizar los temores de Ernesto, el Escapista.
Su fugacidad estaba bien fundada, ya que había encarcelado al hermano de un hombre muy poderoso, y al perder la banda tricolor su futuro era ciertamente incierto. Sin el símbolo, sólo quedaría un gerentillo del Banco de México.
Ahí apareció, Santiago Creel, que supo colocar rápidamente a su primo Alejandro Creel en el semáforo de las reestructuras corporativas. Su antiguo cliente, Francisco Gil, a quien le había construido un lucrativo aparato conocido como ISOSA; podría convocar televisoras, banqueros, religiosos, y otros factores reales del poder, para tomar Los Pinos, fuera como fuera. La llave maestra, el rescate bancario, que los panistas aprobarían, porque de lo contrario buena parte del CEN estaría quebrado o embargado.
Los principales Amigos de Fox serán por siempre el FOBAPROA y el FIDERCA. Todos -menos Slim- tenían directa o indirectamente una deuda impagable, en un escenario en que las garantías habían naufragado en la tormenta del error de diciembre. Mancera no firmaría como acreditante de última instancia los apoyos a los cercanos al régimen; los amigos de Javier Lozano necesitaban alguien que no levantara la cobija de las valuaciones patito con las que se vendieron los bancos, a dos, tres y hasta cuatro veces el valor inflado.
Por su parte, la banca internacional necesitaba apoderarse de un mercado financiero colonial para traer fortunas imposibles de lavar en el viejo mundo. Así, se juntaron el hambre y las ganas de comer.
Un candidato que no sabía más que vender refrescos que se venden solos, con un ego del mismo tamaño que su desconocimiento del aparato gubernamental, fue la piedra de toque sobre la que se armó un sistema político que prodiga cifras y saliva, pero que fabrica pobres a una velocidad insuperable.
La trayectoria administrativa de Fox no justificaría siquiera nominarle para ocupar una subsecretaría, pero tenía un talante altanero, arrogante y, particularmente, una infundada confianza, que le capitalizaba perfectamente la furia de quienes todo lo habían perdido en los volados financieros del Doctor Z.
DE LA INOPIA AL CENTRO FOX
Visto a lo lejos estoy seguro que nunca entendió cómo se tramó el ardid, eso queda sólo en las pláticas entre Hernández, Gil Díaz y Santiago Creel. El “gobierno del presidente” necesitaba alguien que le asegurara que no habría Comisión de la Verdad Financiera, que más que amigos fueran cómplices del reparto del botín. Tenían que ser políticos que tuvieran deudas que hubieran parado en el FOBAPROA, pero que tuvieran, además, el descaro de rasgarse las vestiduras ante el rescate. Entre más enlodados estaban, más vociferaban.
Adicionalmente, tanto la emperatriz del magisterio, como algunos priístas desechados, se dieron cuenta, no sólo de lo fácil que sería manipular a un personaje extremadamente elemental que estaba echando bravatas sin sustento, sino que además se percataron que algunos gobernadores prestarían apoyo al Doctor Ficorca en su “proyecto”.
Labastida había perdido antes de empezar la contienda, pero por si acaso, le tendieron una trampa desde la Subsecretaría de Egresos, involucrando a los líderes petroleros que Zedillo odiaba tanto. ¿A poco usted se creyó esa de que los novicios pupilos de Barrio Terrazas armaron en semanas el expediente del PEMEXGATE? No, fue un cuatro estatal.
El preciso no tenía problema en atropellar a Woldenberg y a su desprestigiado IFE en el anuncio de la victoria, porque lo usó siempre como una ficha desechable, por eso jugaba brusco con su ex en pleno proceso electoral, a la vista de los sorprendidos funcionarios del BANXICO.
La jugada estaba tan armada que Roberto Hernández no pudo esperar al 2000 para encimarse sobre los ingenuos directivos del Citibank, usando para ello a su IPAB y a todos los funcionarios hacendarios, para decirles que ‘copelaban’ o que el vencimiento del pagaré FOBAPROA los haría inviables antes de tres meses. Acuérdese, no hubo mejor negocio en México en el Siglo XX.
La votación sería un paseo por las nubes. Si tiene dudas apreciable lector, revise los extraños resultados de los estados clave, y aunque no contamos con grabaciones como la de Eugenio Hernández y Natividad González, no es difícil imaginar que existieron las correlativas, bajo la magistral operación de la maestra y sus gobers.
Recientemente, alguien que trataba de confundir a la población, se mofaba de que Rubén Moreira se apuntara en uno de esos ridículos cursos que brinda el Centro Fox. Con el récord de desaparición de la mayor cantidad de excedentes petroleros, con la marca de crecimiento del narcotráfico, y de la consolidación de la corrupción de cuello blanco, no imagino qué puede enseñar en su escuelita, pero sí me gustaría, como a millones de mexicanos, que se transparente quiénes son los patrocinadores de la construcción y de su fundación, ya que su sueldo presidencial, empresas quebradas y fortuna, no guardan alguna relación con los costos de la creación y operación de la academia del vendebotas.
Ese monumento a la corrupción institucionalizada ha sido vehementemente cuidada por la diputación panista, para que las instancias fiscalizadoras no puedan acceder al templo de la perdición y las dádivas, pero, hábilmente, Rubén Moreira fue más práctico que toda la Comisión de Vigilancia, entró fácil y hasta con comité de bienvenida, llegándole al panista con el anzuelo ideal, dinero. Por dinero sí dejan entrar y hasta te dejan corroborar lo bajo que puede caer un ex presidente, con tal de roer un hueso y “justificar” gastos que no pueden salir de su pensión.
Sí, es posible que por dinero nos revelen cómo usan las bases de datos del SAT, del IMSS y del ISSSTE, construidas por empresas “apartidistas privadas” y de cómo las nuevas madrigueras de los mapaches son de naturaleza informática.
MISERIA MAQUILLADA
Ante la reciente convención bancaria cabe señalar que aunque anualmente le han cambiado el nombre temático, el concepto siempre es el mismo, ¿cuál es el papel de la banca?, y aunque la respuesta es muy sencilla, no la encuentran, ni la aplican.
Es devolver el dinero a la economía en la que lo captan, claro, estableciendo un interés que considere el nivel de inflación, los riesgos y una moderada renta. Sin embargo, con Calderón se ha ampliado brutalmente el margen financiero siendo el más aberrante del mundo. La diferencia entre tasas activas y pasivas llega a ser hasta de 70 puntos cuando lo razonable sería entre 5 y 10. El nivel de las comisiones es absurdo, y ante la tolerancia de las autoridades se han venido exportando -como dividendos y otras simulaciones- miles de millones de dólares a las matrices, dejando sólidas instituciones de papel, como estaban en 94.
Esa es la primera variable importante, la tasa de interés. Hay quién se pregunta por qué no ha tronado como en el Zedillato, la respuesta es sencilla, se ha promovido un paliativo peligroso, el agio, hoy usura tolerada desplegada por empresas “no reguladas” que hacen palidecer a las tiendas de raya. El rescate de Sofomes se oculta tras 40 mil muertos.
La segunda variable es la inflación. Mientras que intercambian piropos el gobierno y Banxico, sobre si la inflación será 4 o 5%, haga usted la cuenta con un conjunto (canasta) de productos, vea el precio de hace doce meses y el de ahora, la inflación real es de dos dígitos, le guste a quien le guste.
La tercera variable es el tipo de cambio, el cual ya ni esfuerzo demanda, ya que se dicta desde el Departamento del Tesoro de EU. Imagine Usted, si un tipo de cambio competitivo -por ahí de los quince pesos por dólar- hubiera prevalecido, la capacidad exportadora ante una economía americana golpeada hubiera devastado algunas empleadoras más allá de la frontera.
El tipo no puede ser más inconveniente para los mexicanos, y, casualmente, más protector de la industria americana. Para evitar la natural especulación se chantajea a los intermediarios con un inconstitucional paquete “contingente” de decenas de miles de millones de dólares, que no podríamos pagar si lo ejerciéramos, y que además los diputados no entienden que les están tomando el pelo, con el petate de que el esquema se aprobó con la adhesión al convenio constitutivo del FMI, lo cual es falso.
En ese contexto, se alegra Cordero. Después de subir impuestos, de incrementar mensualmente el costo de los energéticos oficiales, y de aumentar los anticipos de Pemex, anuncia que se recauda más que nunca. Eso, eso sí que es ingenuidad. Lo único que sí le puedo decir es que entre más crezca la reserva Usted es más pobre, y que sí, esta perniciosa realidad ha sido notablemente estable hace cuatro años.
Más de la mitad de los mexicanos ya es pobre, más de la mitad de la gasolina se importa, cada día cierran más fuentes de empleo, pero cada día velamos porque haya menos droga en Estados Unidos. Pero recuerde, antes de hacerle caso a Maderito, lea su ridiculum vitae. Todo de quien viene.
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