"No aceptamos un ultimátum así. No creemos que se deban hacer en estos tiempos en el país. No vamos a ir a una reforma que nos deje a miles de trabajadores manifestándose en las calles; antes vamos a oír todas las voces", advirtió al salir al paso de las críticas y acusaciones de los panistas por postergar el debate del tema.
En rueda de prensa en que estuvo acompañado por la secretaria general Cristina Díaz, garantizó que esa reforma va a salir mejorada, con mayores elementos, pero antes se debe escuchar a otros actores políticos. ¿Por qué esa prisa y cerrar el diálogo?, cuestionó, al tiempo que refrendó la disposición del PRI de aprobar las políticas públicas para sacar adelante al país.
"No hay una justificación clara que nos lleve a tener esa urgencia" de sacar antes de que concluya esta etapa de sesiones, ya que -dijo- se pueden hacer reuniones extraordinarias o llevar al otro periodo ordinario de sesiones, que inicia en septiembre.
"Es decir, no hay algo que implique que si no sale ahorita tiene algún problema para el país. Más vale escuchar. Sin prisa, pero sin pausa. Hay que escuchar a todas las voces y poder integrar la mejor reforma, pero nos gustaría acompañar esta reforma de otras más", puntualizó.
Consideramos que no podemos aprobar una reforma laboral sobre las rodillas, secundó Díaz Salazar, quien alertó que es muy preocupante no escuchar esas voces, como pretende el Gobierno federal, y no se puede actuar como un Gobierno fascista de solamente escuchar la voz de ellos mismos.
Por otra parte, Moreira presentó en su conferencia el último capítulo del tema de la pobreza, para lo cual se apoyó en un semáforo digital y advertir sobre un eventual crecimiento desproporcionado de ese fenómeno en el país.
En la luz roja están 54.8 millones de mexicanos en pobreza; 40 millones más se encuentran en amarillo, con ingresos de apenas mil 922 al mes, y sólo 17.5 millones están en verde, es decir, sin problemas de corte económico.
Detalló que los mexicanos vulnerables para caer en pobreza, aquellos que están en semáforo amarillo son quienes tienen un ingreso inferior a los mil 922 pesos mensuales, que si bien ahora no tienen carencias sociales como son alimentación, rezago educativo, salud, vivienda y servicios básicos, pueden cambiar su condición en un instante con cualquier aumento de precios en los servicios del Gobierno federal.
"Ahí está el foco amarillo que cada vez se prende con mayor intensidad; con cualquier movimiento extraño de la economía, una cantidad importante de esos 40 millones de mexicanos podrían ingresar a la lista de pobres en México".
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