miércoles, 11 de agosto de 2010
LA HUMANIDAD DE LUTO
Bruno Peron Loureiro
Sea la luz que brilla sobre tanta sombra que obscurece el mundo. No tenga recelo en reciclar cuando su vecino no mueve una paja para hacerlo, de criticar a un gobernante cuando no esté de acuerdo con sus decisiones, o de asumir hábitos que entienda propios aunque huyan del lugar común.
El pueblo calla en Brasil, país que debería estar en guerra civil. Aquí lo absurdo se transforma en consenso. Todos quieren tener su ganancia por más abyecto que sea el medio para conseguirla. Una fruta podrida madura en un territorio donde proliferan asesinos, bandidos, corruptos, cobardes y ladrones.
Se hace la película de Brasil en el exterior, se prepara un escenario de cuento de hadas para la recepción de dos eventos mundiales (Copa Mundial de Fútbol en 2014 y Olimpíadas en 2016) y se calienta la comida para los grandes tragones (corsarios, ladrones, oportunistas, etc.)
Mientras tanto, la ciudadanía brasilera vive su peor pesadilla.
El petróleo fluyó en el Golfo de México en la misma proporción en que los verdugos de la caña de azúcar sazonaron casas y vías públicas con el condimento de su quemada (irracional, inconsecuente, inescrupulosa) en el interior del Estado de San Pablo. Nadie hace nada para contenerlos o castigarlos a despecho de la mancha subyacente.
En Brasil, lo mejor del etanol (y de la leche, la carne, etc.) es exportado al fetiche del “mercado internacional” con un costo (luego deuda) social muy grande. Somos engañados con los precios exorbitantes de productos que deberían ser baratos y todavía nos sobra lo que es de segunda categoría, o lo que otros países rechazan por no cumplir las exigencias sanitarias mínimas. Sólo quieren secar nuestro sudor.
El combustible es carísimo en un país que es auto suficiente en petróleo (extracción de Petrobrás) y baluarte en el uso de fuentes alternativas de energía (etanol, biodiesel) para automotores, que crecen astronómicamente a contramano de la capacidad de nuestras ciudades para sustentar ese “logro” de las ensambladoras. Es difícil aceptar la versión de que este sector fue uno de los más afectados por la crisis financiera, como nos quisieron hacer creer.
Muchos canallas y corruptos que están en el poder gobiernan para todos menos para el pueblo, que les atribuyó provisionalmente la prerrogativa de “representación” y defensa de los intereses colectivos, hoy decadentes y olvidados. Peor que ellos son los ciudadanos inertes, que esperan un retorno de las “autoridades” o de impostores intermediarios de las relaciones políticas, en total pasividad.
En la misma tendencia escatológica, hay emisoras de televisión asumiendo el rol, que no es evidentemente el suyo, de órganos gubernamentales, fiscalizando políticas públicas, juzgando y condenando criminales, definiendo las pautas de los debates políticos. Si fuese un complemento de las acciones de ciudadanos activos, sería aceptable. Sin embargo las personan ya han comprado la idea de los medios como actores políticos. Es el fin.
Complejos temas políticos se ponen a la orden del día, como si pudiesen ser resueltos fácilmente. El embargo criminal impuesto a Cuba hace décadas por los Estados Unidos y la evaluación del sistema político de la isla demandan atención y debate. Mientras tanto, el caso cubano es un tema de constante manipulación de la opinión pública.
Cada aparición pública de Fidel Castro rinde algo a las agencias de noticias de renombre. Se sospecha que un día hablarán de su fantasma. Dijeron que Castro apareció la última vez para desviar la atención de la moda de huelga de hambre como forma de protesta, cuyo último actor fue Guillermo Fariñas.
El sistema comunista de Cuba no tiene líderes ingenuos o enteramente comprometidos con la estratósfera divina, la isla ha mantenido constantemente el debate acerca de la viabilidad del modo de producción excluyente y acumulador de riquezas que ya no convence más, si es que alguna vez fue convincente.
México y Colombia, de tan sofocados que están con la fama del narcotráfico, decidieron pasarle la posta a Guatemala, que se volvió ruta de la cocaína sudamericana hacia los EE.UU. El tráfico de estupefacientes impulsa la economía de algunos países latinoamericanos como muy pocos otros productos podrían hacerlo. La Guatemala de Álvaro Colom ha sido señalada como el país al borde del colapso de su sistema estatal. De su incapacidad para hacer cumplir sus leyes viene el apetito de corrupción y desconfianza que asola al país. A lo largo de toda Latinoamérica, lo que se conoce por “violencia” tiene distintos matices. Jamaica ostenta el segundo mayor índice mundial de homicidios. Las islas caribeñas piden ayuda policial extranjera, como ya lo hicieran a Canadá e Inglaterra, para contener el aumento de la violencia.
Sería una ingenuidad culpar solamente al capitalismo por las desgracias individuales y perjuicios colectivos, porque el hombre desde la edad de piedra ya mataba a sus semejantes con grava. Estos últimos siglos corresponden a la culminación de la tendencia destructiva del ser humano como especie en el planeta, tendencia que si no hacemos nada, será irreversible.
La raza de los titanes excluyó a las mayorías porque solo engloba a los poderosos, casi todos ellos astutos y ensimismados. La contraposición entre débiles y poderosos es un tema atávico, recurrente, pegajoso. A los hombres de bien por eso les toca protestar para no solo tener las migajas que dejan los estrategas de la “tierra arrasada”.
El interior del Estado de San Pablo, dónde antes prosperaran bosques exuberantes y aire sano, hospeda hoy una herida desmedida al medio ambiente y al ser humano. Otros estados asisten también a la degradación ambiental voraz por la agricultura y la agropecuaria volcadas a la exportación.
¡De luto por la contaminación del Golfo de México!
¡De luto por la destrucción ambiental!
¡De luto por la degradación de los estupefacientes!
¡De luto por el irrespeto a los ciudadanos!
http://www.brunoperon.com.br. Barómetro Internacional, Grupo de análisis social, político y cultural de Venezuela y el resto del mundo, integrado por escritores y periodistas con una óptica independiente, alternativa y latinoamericanista.
Etiquetas:
Brasil,
contaminación,
criminalidad,
crisis,
desempleo,
narcotráfico
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario