BLOG DE ANÁLISIS Y PERIODISMO PROPOSITIVO

BLOG DE ANÁLISIS Y PERIODISMO PROPOSITIVO
La verdad nos hará libres...

martes, 3 de mayo de 2011

AUMENTA EL NUMERO DE NIÑAS MIGRANTES

 Son más vulnerables ante las redes de explotación infantil
 Gladis Torres Ruiz / CIMAC
cimac@laneta.apc.org
 En 2009 más de la mitad de la población infantil en México se encontraba en situación de pobreza patrimonial (62.2 por ciento), y uno de cada cuatro niñas y niños (28 por ciento) no tenía los ingresos suficientes para cubrir sus requerimientos alimenticios, según reportes de la oficina en México del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
En ese año, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), 30.9 millones de niñas y niños entre 0 y 14 años residían en el país, lo que significa que más de 19 millones de menores de edad vivían en pobreza patrimonial, es decir, sin un ingreso per cápita suficiente para satisfacer necesidades de vivienda, vestido, calzado y transporte.
En el caso de las niñas indígenas, estos problemas se agudizan, toda vez que persiste la triple discriminación por ser menor de edad, pertenecer a una etnia y ser pobre. Esta situación las deja en "mayor vulnerabilidad que a los niños", advierte el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En su investigación Pobreza infantil en América Latina y el Caribe 2010, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que de los 15.8 millones de niñas y niños que sobreviven en pobreza en la región, México concentra el 18 por ciento, es decir 2.8 millones de menores de edad en condiciones precarias.
"La mala nutrición, el rezago y el abandono escolar, la falta de expectativas y la discriminación que sufren por ser pobres, no sólo afectan sus derechos en el presente sino que los dejarán en los estratos más bajos de la escala social, haciendo que en la adultez reproduzcan la precariedad", agrega la Cepal.
Huir de la pesadilla y llegar a otra
Es por eso que el número de niñas y adolescentes que deciden migrar a Estados Unidos (EU) va en aumento, afirma la organización civil Sin Fronteras. La agrupación especialista en el tema de migración explica que la pobreza en la que viven millones de familias en nuestro país es el detonante para que viajen a EU.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) apunta que la pobreza incide en el desarrollo de la infancia y limita su acceso a servicios de salud, educativos, de protección, afecta su sano desarrollo y los posiciona en una situación de desigualdad frente a otras poblaciones.
Lo anterior, destaca Redim, orilla a la infancia a buscar alternativas que subsanen su condición, insertándose en espacios donde experimentan violencia y explotación. Uno de ellos es la migración.
Sin Fronteras ha reportado que la mayoría de los niños migrantes de entre 12 y 18 años lo hace acompañado de sus familias, lo que no los protege de ser víctimas de abusos de las autoridades o de caer en las redes de tratantes, narcotraficantes y explotadores sexuales.
Las y los niños migrantes, sostiene, no tienen una buena alimentación por lo que sufren de desnutrición, no tienen derecho al juego, a la salud, a la vivienda y educación, y están muy expuestos a la trata de menores y explotación laboral.
El Instituto Nacional de Migración (INM) reporta que de enero a septiembre de 2009 fueron repatriadas desde EU 4 mil 668 niñas y adolescentes de 0 a 17 años de edad. De ese total, alrededor de 2 mil regresó a México sin compañía.
En 2011 unas 13 mil mexicanas y mexicanos que vivían sin documentos en EU fueron deportados por la frontera de Nuevo Laredo. Tres mil eran menores de edad y de éstos 900 eran mujeres, de acuerdo con la delegación del INM en esa ciudad.
La amenaza de la explotación sexual
Organizaciones de derechos humanos indican que en materia de pobreza las niñas son las más afectadas, ya que son las primeras en ser obligadas a salir de la escuela e ingresar al trabajo en el hogar o fuera de el.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas asienta en su informe Estado de la población mundial 2006 que en los últimos 50 años el número de mujeres migrantes ha aumentado más rápido que la población masculina en esa condición en países industrializados y en vías de desarrollo. Para 2005, de los 191 millones de migrantes casi la mitad eran mujeres.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, las mujeres ahora constituyen más de la mitad de la migración mundial y alrededor del 70 y 80 por ciento de la migración en algunos países.
Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés), observa que es difícil que las niñas decidan migrar solas y que por lo regular lo hacen con algún familiar. Alerta, no obstante, que su condición de género las hace más vulnerables.
Las niñas migrantes pueden caer en manos de tratantes de personas, explotadores y ser usadas como "mulas" para transportar droga o para el narcomenudeo,detalla la activista.
Ulloa aclara que muchas niñas migran contra su voluntad y pone como ejemplo el caso de las que fueron traídas al DF bajo engaños por tratantes que les ofrecieron trabajo bien remunerado, o fueron "seducidas" por estas mismas redes de explotación sexual infantil.
Entre otros riesgos que corre la infancia migrante están los accidentes (asfixia, deshidratación, heridas), ser enganchados a redes criminales, ser sometidos a explotación sexual o laboral, sufrir maltrato institucional en el momento de la repatriación, o morir durante el tránsito y cruce de la frontera hacia EU.
México, sin política migratoria a favor 
de mujeres y niñas: organismos civiles

 * 47 de cada 100 indocumentados son menores de edad.
En los últimos años se ha incrementado a casi 50 por ciento la migración de niñas (mexicanas y de otros países) rumbo a Estados Unidos, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
De acuerdo con la misma encuesta, durante el trienio 2006-2008 aproximadamente 198 mil niñas y niños menores de 15 años que vivían en México se fueron a vivir al extranjero, lo que representa 8 por ciento del total de migrantes registrados en el periodo.
“Prácticamente cerca de la mitad de la población migrante internacional menor de 15 años contabilizada en el periodo eran niñas, es decir 47 de cada 100”, establece el INEGI.
A pesar de este incremento en el número de niñas migrantes, el gobierno federal carece de una política migratoria con enfoque de género para atender a este sector de la población, porque las menores de edad en esa condición quedan desprotegidas ante delitos como trata de personas, violación y explotación sexual y laboral.
México es un país de origen, tránsito y destino de migrantes. Cada año, alrededor de 40 mil niñas y niños no acompañados son repatriados desde Estados Unidos a territorio mexicano. La organización civil Sin Fronteras documenta que las y los menores de edad migrantes sufren detenciones, abusos y secuestros.
El Consejo Nacional de Población (Conapo) señala que en 2010 había en México 30.5 millones de niños entre 0 y 14 años, lo que en términos porcentuales representa 28.1 por ciento de la población total.
Sin Fronteras apunta que México tiene la obligación legal y moral, derivada de la Constitución y de los tratados internacionales, de proteger a todas las personas que se encuentran en su territorio, incluyendo a las niñas y mujeres que carecen de un estatus migratorio regular.
Sin embargo, aún falta una interacción entre las leyes y programas para brindar protección y atención a las niñas y mujeres migrantes.
“Los cambios legislativos y de política pública requeridos y la extensión de los servicios legales y de salud a las mujeres migrantes no implican una inversión de gran cuantía, pero tienen un gran significado para los derechos y el potencial de las mujeres”; afirma la organización civil.
Precisa que para el caso de las mujeres migrantes irregulares que radican en México no existen datos que permitan dimensionar y conocer las características de la población. Sin embargo, se ha documentado una creciente presencia de mujeres y menores de edad que llegan a vivir de forma irregular al país, en especial a Chiapas, la mayoría con carácter temporal.
Las mujeres jóvenes se emplean generalmente en las ciudades como trabajadoras del hogar o se encuentran en condiciones de explotación sexual comercial. Mientras que niñas y niños trabajan en el comercio y servicios informales, por lo que constituyen una población expuesta a la explotación.
Organizaciones de la sociedad civil, entre las que se encuentran el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Belén Posada del Migrante, y Frontera Con Justicia y Humanidad, han solicitado en reiteradas ocasiones al Estado mexicano una política migratoria integral que respete los acuerdos internacionales de derechos humanos, y garantice a las y los migrantes protección a su integridad física y psicológica, así como seguridad y acceso a la justicia.
Las agrupaciones consideran alarmante que en febrero de este año el Senado haya aprobado una Ley de Migración que, desde su punto de vista, “aumentará la criminalización y la clandestinidad de la población migrante”.
Por lo que el Estado mexicano difícilmente estará en condiciones de exigir a Estados Unidos un trato digno para las personas mexicanas que se encuentran en ese país, advierten las organizaciones humanitarias.
Tampoco será capaz de debilitar a los grupos de la delincuencia organizada que lucran con el secuestro de migrantes, con ganancias estimadas en hasta 50 millones de dólares, según el Informe especial sobre secuestros emitido por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitido en 2009.

No hay comentarios:

Publicar un comentario