¿Es la democracia lo que necesitan los países subdesarrollados para salir de la pobreza? Gary Becker, Premio Nobel de Economía (1992), realizó un análisis reciente en el que explica cómo en países subdesarrollados la democracia debería servir para promover la libertad económica. Lamentablemente, pocos son los países pobres que gozan de esta libertad, aunque vivan en democracia.
Becker empieza aclarando que al referirse al término democracia, no lo hace como el sistema de gobierno ideal sino como una comparación frente a formas de gobierno que no gozan de libertades y carecen de instituciones.[1]
Según Becker, por ejemplo, existe una baja correlación entre las tasas de crecimiento del PIB y las democracias. Es decir, no necesariamente los países democráticos son países que crecen económicamente. En el caso de India, con una democracia desde su independencia, no fue hasta que salió del socialismo (cuarenta años más tarde) para abrir camino a un gobierno promotor de políticas de libre mercado, que empezó su rápido crecimiento. Por otro lado, algunos absolutistas han logrado crecimientos extraordinarios, pero no son la regla sino la excepción, dado que por cada Pinochet que produzca un rápido crecimiento económico hay siempre un Stalin con funestas políticas planificadoras que llevan el país a la quiebra.[2]
Con respecto a la creación de la riqueza Becker menciona países como Taiwán y Corea del Sur en los cuales hubo un rápido crecimiento bajo las dictaduras y que al convertirse en democracias se volvieron países aún más ricos. Para exponer la correlación entre riqueza y democracia cita al sociólogo Seymour M. Lipset quien explica que no es que los países democráticos sean más propensos a crear riqueza sino al revés. Según Lipset, los países ricos son aquéllos que buscan democracias pues quienes viven en países desarrollados, una vez que gozan de libertad económica, van a demandar como es lógico, libertad política también.[3] Es decir, para Lipset, la riqueza crea las condiciones para la democracia.
En conclusión, Becker asevera que los países subdesarrollados, en caso de ser democráticos, deben promover la libertad económica para salir de la pobreza. Y que una vez alcanzada esta libertad, los individuos buscarán afianzar la libertad política.[4]
En la misma materia, Richard Posner, abogado, juez de Chicago – EE.UU. e importante figura en la escuela del pensamiento legal y económico, considera que la riqueza crea los requisitos para la libertad, y la libertad crea los requisitos para una democracia efectiva.[5] Conforme los individuos se vuelven más ricos, demandarán un aparato de seguridad más sofisticado. Posner agrega que aspirarán a la protección personal y de derechos de propiedad y entonces desearán intervenir en la elección de sus gobernantes pues, sentirán que así tendrán, en la medida de lo posible, un control sobre su propio destino.[6]
Parecería entonces que en países en donde la democracia es vulnerada como Ecuador, Venezuela o Nicaragua lo que más entorpece su crecimiento, no es perder las libertades políticas sino carecer de libertades económicas. Sin embargo, los individuos de estos países parecen ser más enfáticos en protestar por las primeras, mientras que son las segundas las que los sacarían de la pobreza.
[1] Becker, Gary. “Can Poor Countries Afford Democracies?” The Becker-Posner Blog. May 3rd, 2011
[2] Ibid., Becker, Gary
[3] Ibid., Becker, Gary
[4] Ibid., Becker, Gary
[5] Posner, Richard. “Can Poor Countries Afford Democracies?” The Becker-Posner Blog. May 3rd, 2011
[6] Ibid., Posner, Richard
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