“Así hay que hacer las cosas en un México que está dolido, hay que hacerlo con lo que tenemos, que no es poco”; asegura que ha sabido de jueces de reciben dinero de los narcotraficantes.
El presidente Felipe Calderón admitió que su mandato será recordado por el tema de la seguridad y la violencia, pero aseguró a Javier Sicilia que en su lugar hubiera hecho exactamente lo mismo.
“¿Sabe qué? Si estuviera en la posibilidad de evitar un crimen y no tuviera más que piedras en la mano, lo haría con las piedras, esperando que, por lo menos, tuviera un momento el aliento de David para hacerlo. Pero así hay que hacer las cosas en un México que está dolido. Hay que hacerlo con lo que tenemos, que no es poco lo que tenemos”, sostuvo.
Garantizó que mientras su gobierno trabaja en desmontar las redes de protección, todavía a nivel local prevalecen algunas y respecto al Poder Judicial dijo que ha sabido “de jueces que han recibido dinero o que dialogan con criminales y que los liberan”, pero mientras no haya pruebas ese ciudadano debe ser considerado inocente.
Se refirió a pruebas que han existido sobre supuestas narconóminas, según “la cantaleta de los jueces”, en papeles sin valor probatorio pleno, “pero yo sé que están en la nómina, yo sé cuánto reciben”, señaló.
Reunido con representantes del Movimiento por la Paz, el escritor Javier Sicilia le pidió reconocer que es posible cambiar la estrategia y le dejó en claro que “jamás podríamos cuestionar” que su gobierno ataque a los delincuentes.
“El problema, señor Presidente, es que usted piensa que los malos están afuera y los buenos están adentro. El problema, señor Presidente, es que usted se lanzó a la guerra con instituciones podridas, que no dan seguridad a la nación y con altos grados de impunidad”, dijo.
Ante ello, el presidente Calderón llamó a comprender la situación que enfrenta su gobierno con ciudadanos que necesitan la protección de la autoridad y en algunas localidades se requiere el apoyo federal, por lo que una vez más resaltó la labor del Ejército a cuyos elementos definió como patriotas leales, disciplinados que reciben insultos y hasta escupitajos.
“El Ejército, no es poco lo que tenemos, podrá haber muchos prejuicios, podrá haber abusos que se han cometido y que además se esclarecen y tienen que castigarse. Podrá haber muchas cosas; pero no es poco lo que tenemos”.
Fue Sicilia quien abrió el diálogo cuya cita fue en el Castillo de Chapultepec, donde hace 19 años se firmaron los acuerdos de paz de El Salvador que pusieron fin a la guerra civil. El mensaje inicial del escritor que encabezó la Caravana del Consuelo para las víctimas de la violencia consistió en responsabilizar a todas las autoridades por los asesinatos y en exigir perdón por fallar en su obligación de proteger a la gente.
“Ustedes son corresponsables junto con los gobiernos de los estados de 40 mil muertos, miles de desaparecidos y miles de huérfanos, es decir, son corresponsables, independientemente de los criminales, del dolor, de la muerte y del sufrimiento de miles de familias en nuestro país”, dijo para después lanzar la exigencia:
“¿Les parecemos bajas colaterales, números estadísticos? El uno por ciento de los muertos de cara a esa justicia que reclamamos, venimos hasta aquí en primer lugar a que reconozcan la deuda que el Estado mexicano tiene con las víctimas y con sus familias, y la sociedad entera, por eso, en su calidad de representante del Estado, señor Presidente está obligado a pedir perdón a la nación, en particular a las víctimas, en segundo lugar, hemos venido aquí a que nos haga justicia”, expresó.
La respuesta del presidente Calderón permitió que además de catarsis hubiera reconciliación, porque reconoció que todos los integrantes del Estado mexicano son responsables de proteger la vida de los ciudadanos, habló de un protocolo para identificar a las víctimas e incluso de una ley de víctimas porque, dijo, comparte que debe esclarecerse cada uno de los homicidios.
“Y coincido en que debemos pedir perdón por no proteger la vida de las víctimas, pero no por haber actuado contra los criminales, que están matando a las víctimas, eso definitivamente es un error. En eso Javier, sí estás equivocado. Sí, sí es de pedir perdón por la gente que murió a manos de los criminales, por no haber actuado contra esos criminales”.
En tanto, Sicilia habló del status quo criminal y de políticos de PRI, PAN y PRD que son corruptos. También le reclamó que su partido “proteja” al gobernador de Morelos, Marco Adame, y sacó el compromiso presidencial de establecer una mesa para continuar en la negociación de los temas que garanticen la justicia.
Sicilia también defendió el derecho de las víctimas a la justicia, planteó analizar la despenalización del consumo de ciertas drogas y acabar con el enfoque militarista de la estrategia de seguridad para darle un cariz más humano y no aceptar que la opción para los jóvenes sea la migración, la miseria y la violencia.
El presidente dejó en claro que no se arrepiente de haber enviado a las fuerzas federales a combatir a los criminales que nadie combatía por temor o porque estaba comprado por ellos, sino por no haberlos mandado antes.
“No haber tenido un operativo justo en Cuernavaca, precisamente, que pudo haber atrapado, primero, a la banda que mató a Francisco (Sicilia, hijo de Javier). Es, precisamente, no haber actuado entre todos con más fuerza. Y en ese, perdón, tenemos que ir todos los que fuimos omisos en eso, y también quienes se han empeñado en frenar la acción del gobierno cuando actúa contra los criminales”, dijo.
El presidente Calderón también respondió a los cuestionamientos sobre la impunidad, pero al citar casos como los Lebaron, los jóvenes de Villas de Salvárcar, las fosas de San Fernando y Marisela Escobedo, dejó en claro que fueron los criminales quienes los mataron y no la autoridad y permitió que la procuradora Marisela Morales y el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ofrecieran explicaciones del curso de las investigaciones que aún no han ofrecido justicia a los deudos de las víctimas.
El mandatario expresó empatía con la causa de las víctimas de la violencia y le dijo a Sicilia que oye “la voz que usted escuchó en toda esa caravana”, que provienen de los deudos y no puede pedirles tiempo mientras reforma a las instituciones o depura a las policías: “tengo que actuar con lo que tengo. Y estoy seguro que usted hubiera hecho exactamente lo mismo que yo”.
Garantizó que no pretende eludir la responsabilidad que le toca como Presidente y dijo saber que el cáncer ha carcomido a la sociedad y las instituciones.
Incluso, concedió que lo que hizo “pudo ser un error probablemente. Yo creo que no, en conciencia ética yo no podía hacer lo que otros: esperarme a que algún día cambiaran las cosas, darme esta magnífica coartada”, viendo cómo sufre la gente.
Insistió en que la violencia le duele y le pesa y también quisiera que terminara. “Me gustaría, por supuesto, ser recordado por las cosas que he hecho en la educación, por los hospitales que ya comenté, por las carreteras que ahora se han hecho, como nunca, por la lucha, incluso, por la parte del medio ambiente. No. Probablemente voy a ser recordado por este tema y, probablemente, con mucha injusticia”, dijo.
- Claves
“No es look”
• Julián Le Baron le planteó colocar placas con los nombres de las víctimas para honrar su memoria. El Presidente recibió un par de ellas.
• Sicilia, quien incluso pudo fumar tres cigarros en el salón de eventos con la anuencia del mandatario federal, le regaló un escapulario que el propio Calderón se colocó al cuello y un rosario, de los recogidos en la Caravana del Consuelo; previa disculpa soltó también su rabia por los criminales que, dijo, “son tan crueles y son tan cabrones y tan hijos de la chingada”.
• El poeta aclaró que los rosarios y los escapularios que trae “no son look”.
- A viva voz
“Me gustaría ser recordado por las cosas que he hecho en la educación, los hospitales, las carreteras. No, voy a ser recordado por este tema y con mucha injusticia”
“Debemos pedir perdón por no proteger la vida de las víctimas, pero no por haber actuado contra los criminales, eso definitivamente es un error. En eso, Javier, sí estás equivocado”
“¿Les parecemos bajas colaterales? ¿Números estadísticos? ¿El uno por ciento de los muertos de cara a esa justicia que reclamamos?”
“Está obligado a reconocer que la estrategia ha sido contraproducente. Miles de muertos, una putrefacción cada vez mayor de las instituciones, el crecimiento de los cárteles”
México • Lorena López y Daniel Venegas / MILENIO