La decisión del Presidente Obama de retirarse de Irak podría convertirse en un problema para la empresa de seguridad privada Blackwater Worldwide (también llamada Xe Services LLC) fundada en 1977 por el ex-Navy Seal Eric Prince, la cual no obstante los constantes escándalos en los cuales se ha visto involucrada en Irak, como la masacre de 28 civiles Iraquíes el 16 de septiembre de 2007 en el centro de Bagdad (Plaza Nisour), sigue operando hasta la fecha.
La empresa Blackwater radicada en Carolina del Norte en los Estados Unidos no solo es la entidad de seguridad privada más favorecida con contratos de seguridad derivado de este conflicto, sino que probablemente es la que mayores pertrechos militares posee; es por ello que la orden ejecutiva del Presidente se podría constituir como un serio problema para Blackwater, afortunadamente para ellos la situación cambió favorablemente a mediados de julio de 2010 ya que hay reportes que señalan que el Departamento de Estado de los Estados Unidos “autorizó” a particulares para realizar labores de contrainteligencia en América Latina; tal autorización se materializaría en el obvio consentimiento y apoyo diplomático así como en el acceso al uso de satélites y demás tecnología disponible para los “contratistas”.
Siendo esto así, Blackwater volteó formalmente la mirada hacía México.
Hay información que señala que desde hace tiempo Blackwater busca obtener un permiso por parte de la ciudad de San Diego para operar un terreno de casi 900 acres, y el cual supuestamente sería llamado Blackwater West, y el cual no solo estaría a tan solo casi 10 kilómetros de la frontera con México (en lo concreto con el cruce fronterizo de Tecate, el cual es un conocido cruce de indocumentados) sino que en la zona hay una alta concentración de bases militares como el Campo Pendelton; que mejor que estar cerca de aquellos que contratan tus servicios y contar con el apoyo de políticos como el Congresista por California (y obvio Republicano) Duncan Hunter, quien no solo es un ex Capitán de los Marines sino que sirvió en Afganistán del 2002 y el 2007 y se le conoce no solo por ser férreo defensor de las políticas anti-inmigrantes sino por ser el supuesto arquitecto del polémico proyecto del muro entre México y Estados Unidos en California.
Este cabildeo no ha resultado cosa fácil para Blackwater ya que existe notoria molestia entre los residentes locales, al parecer no les agrada la idea de tener como vecinos a un grupo de personas que usarán su terreno como campo de prácticas paramilitares; tanta es la presión que se menciona que Blackwater se ha visto obligada a usar utilizar las prácticas de la vieja guardia como el pasear en su yate a los funcionarios indicados.
El Presidente Calderón debería poner mucha atención a este proyecto ya que difícilmente se podría calificar como algo pasajero, si se llega a establecer esta base de operaciones, porque ese es el nombre que debe recibir, a unos cuantos pasos de la frontera más conflictiva del momento es posible que los empresarios empiecen a contratar los servicios de empresas como Blackwater.
De hecho esta situación no sería un problema si empresas como esta vinieran tan solo a proveer consultoría a la iniciativa privada o a gobiernos locales, la realidad es que constantemente me entero de empresas de seguridad de menor tamaño que ofrecen sus servicios basados en ingresos a México en pequeños equipos para “neutralizar problemas”. No me cuesta trabajo pensar que en breve existirán equipos de mercenarios operando en México sin estar sujetos a ningún tipo de responsabilidad.
Las operaciones de Blackwater en la zona fronteriza son de hecho una realidad ya que no solo entrenan a diversos Departamentos de Policia como el de Maricopa en Arizona, en lo cual si bien no es necesario ahondar, sino que podemos señalar que a la par que han sido llevados de vuelta a Estados Unidos numerosos contingentes de reservistas desde Irak y Afganistán, y son incorporados a la Patrulla Fronteriza, están siendo entrenados por Blackwater.
De hecho, el periódico The Wall Street Journal entrevistó en 2007 a Eric Prince quien señaló que las operaciones en Irak ya no se encontraban en la cima de la agenda de negocios de Blackwater y que veía a la compañía yendo hacia horizontes más amplios. Obviamente el Plan Mérida y sus supuestos 1.5 billones de Dólares negociado y firmado en aquellos días encaja a la perfección en esas declaraciones.
Fuente: México Bajo Fuego
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