Un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos cuestiona al organismo encargado de combatir el contrabando de armas hacia México por operar con una serie de "debilidades significativas" que van en detrimento de su efectividad.
De acuerdo con el informe, la agencia federal de regulación del alcohol, tabaco, armas y explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) no ha intercambiado de forma "sistemática" y consistente, con otras organizaciones aliadas de Estados Unidos y de México, información de inteligencia clave para frenar el tráfico de armas.
"No se comparte, de forma rutinaria, información relacionada con el tráfico de armas entre el personal de inteligencia de la ATF localizado en la frontera suroeste del país y la oficina de la ATF en México. La coordinación de inteligencia, cuando ocurre, se da a un nivel supervisor. El personal que no pertenece a ese nivel carece de un método para compartir información de una manera regular", señala el estudio.
El análisis denuncia que la ATF se ha concentrado en seguirle la pista a pequeños traficantes de armas en vez de investigar a las grandes organizaciones y redes que contrabandean armamento hacia México.
El documento está basado en el proyecto Gunrunner, parte de una estrategia del gobierno de Estados Unidos para combatir el tráfico de armas en la frontera con México.
"Encontramos que el 68% de los casos abiertos por el Proyecto Gunrunner son casos individuales y que algunos responsables de la ATF desalientan a los agentes que quieren llevar a cabo las investigaciones de alta complejidad que se requieren contra los miembros de alto nivel de organizaciones de traficantes", indica el informe.
De acuerdo con el documento, la ATF carece de un registro de las ventas de armas largas, "que son las escogidas por los carteles". Eso, "dificulta la habilidad de la ATF para interceptar el flujo de armas ilegales hacia México".
El informe también hace referencia a la relación de la ATF con México.
"Nuestro estudio halló que debido a la escasez de recursos, la ATF ha sido incapaz de satisfacer las necesidades del gobierno mexicano en el marco del proyecto Gunrunner. Por ejemplo, la ATF no ha podido proveer entrenamiento y asesoría clave que ha sido solicitada por el gobierno de México".
Por otra parte, asegura que debido a problemas de coordinación en el interior del gobierno mexicano, la ATF se ha visto obligada a lidiar con múltiples agencias por separado, lo cual ha hecho que el proceso de compartir información sea más lento.
Lo positivo
Sin embargo, el estudio reconoce un aumento evidente en el número de investigaciones e incautaciones y destaca los esfuerzos del organismo para combatir el tráfico de armas hacia México.
"Determinamos que la ATF ha aumentado significativamente el número de investigaciones en torno a casos de tráfico de armas o crímenes violentos en la frontera suroeste: 424 investigaciones en 2007, 538 en 2008 y 886 en 2009. Se trata de un aumento de 109% en ese período".
De acuerdo con Kenneth Melson, subdirector de la ATF, ha habido "substanciales logros".
"El número de casos y acusados referidos a los Fiscales Federales de Estados Unidos aumentó en 54% y el número de inspecciones relacionadas con el tráfico de armas a lo largo de la frontera suroeste incrementó 133%".
El reporte del Departamento de Justicia incluye 15 recomendaciones, entre ellas mejorar el intercambio de información de Inteligencia con México y organizaciones aliadas en Estados Unidos y concentrar más recursos a investigaciones de alto nivel.
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