Terroristas mataron al menos 75 aficionados en Uganda
KAMPALA.- Al menos 75 personas que veían por televisión la final de la Copa del Mundo murieron en un doble ataque con bomba perpetrado por rebeldes islámicos en Kampala, capital de Uganda. Las explosiones ocurrieron en los últimos minutos del partido de fútbol del domingo en un restaurante repleto y en un club de rugby.
Militantes somalíes de Al Shabaab habían amenazado con atacar Uganda, en represalia por la llegada de fuerzas de paz al anárquico país para apoyar al Gobierno respaldado por Occidente. En Mogadiscio, el grupo amenazó con más ataques a menos que Uganda y Burundi retiren sus cuerpos de paz. "Estamos enviando un mensaje a Uganda y Burundi: si no sacan sus tropas de Somalia, las explosiones continuarán, y ocurrirá en Buyumbura (capital de Burundi) también", dijo el jeque Ali Mohamud Rage. Al Shabaab, aliada de Al Qaeda, combate contra el Gobierno somalí.
Uno de los ataques tuvo como blanco el restaurante Ethiopian Village, en el distrito Kabalagala, un importante lugar de la vida nocturna local que estaba repleto de hinchas de fútbol. Entre los muertos había al menos 60 ugandeses, una irlandesa y 11 etíopes y eritreos. También figura un estadounidense, miembro de la entidad de caridad "Invisible Children". Otros cinco ciudadanos de este país resultaron heridos. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó los ataques e instruyó para que el FBI colabore en la investigación. "Si quieren pelear, vayan y busquen soldados, no ataquen con bombas a personas que miran fútbol", reclamó el presidente de Uganda, Yoweri Museveni. También el presidente de Somalia, de donde procede la milicia terrorista, condenó duramente el atentado y mostró su solidaridad. "El hecho de que las víctimas estuvieran disfrutando de la final del mundial de fútbol revela la naturaleza maligna de sus autores y la necesidad de eliminar de la región a quienes no valoran la vida humana", dijo Sharif Sheikh Ahmed.
Uganda, la tercera economía más grande del este de Africa, atrae miles de millones de dólares en inversión extranjera, especialmente en su sector petrolero y los mercados de deuda gubernamental. Pero los inversores en Uganda y en la vecina Kenia, que comparten frontera en buena parte porosa con Somalia, a menudo citan la amenaza de milicianos islámicos como una preocupación seria.
Extremistas somalíes amenazaron la semana pasada con realizar atentados en Kampala por la participación de soldados ugandeses en la misión de paz africana en Mogadiscio, la capital de Somalia.
En Uganda se entrena a policías somalíes con la ayuda de la Unión Europea.
Los dos países del este africano aportaron unos 5 mil efectivos a las tropas de paz de la Unión Africana en Somalia.
El presidente ugandés, Yoweri Museveni, aseguró que se encontrará a los autores de la matanza. Su par estadunidense, Barack Obama, condenó lo que llamó ataques cobardes, y la Casa Blanca dijo que la Oficina Federal de Investigaciones ayudará en el caso.
Por su parte, el presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociación, Joseph Blatter, también se sumó a las condenas al doble atentado, el más mortífero cometido en África oriental desde los cometidos contra las embajadas estadunidenses de Kenia y Tanzania, el 7 de agosto de 1998.
Residentes somalíes de Kampala temen una reacción violenta. "Estamos encerrados en nuestras casas; algunos ugandeses dicen que maten somalíes", dijo Bisharo Abdi, un refugiado somalí. (Agencias)
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