Diego Fernández de Cevallos llegando a casa |
“He luchado siempre por mis ideales, siempre en Acción Nacional, siempre por México. No lo vieron así mis plagiarios, ellos me consideraron un hombre enemigo de sus causas y naturalmente fue parte de lo que generó el plagio”.
“Una de las causas que motivaron este secuestro es la irresponsable acusación que se me ha formulado de ser un hombre infinitamente rico, de ser el abogado más rico del mundo y de tener una fortuna incalculable, eso también se debe de perdonar”.
“Me trataron extraordinariamente bien, con todo lo que implica de brutalidad el secuestro, con todo lo que implica de atrocidad ese procedimiento siempre fui respetado, siempre fui atendido y desde luego ni ellos dieron un paso atrás en su posición ni yo lo di”.
“… (Hablábamos) Sobre todo lo que te puedas imaginar, relacionado con lo ideológico y con el secuestro mismo, con mucha dureza, de frente ellos y de frente yo. No podían dar la cara, porque sería mi muerte. Pero desde luego fueron personas que se confrontaron con el secuestrado con toda la dureza posible, pero sin faltarnos al respeto”.
“De ninguna manera guardo rencor, ni miro para atrás”
“Mi caso no es más revelante que ningún otro. Mi caso es uno más que debe de tomarse sencillamente en términos de ley, sin venganzas, sin brutalidad, sin represalia del Estado, pero sí tomando en consideración que yo he sido liberado frente a muchos que han sido ejecutados, que han sido asesinados, que han dejado duelo y que eso me duele, me conmueve, en lo más profundo del alma”.
“Debe tratarse en el marco jurídico y con el mayor respeto a la dignidad humana de los secuestradores. Que si se va aplicar la ley en ellos como en cualquier otro caso no sea el Estado violento sino el Estado justiciero”.
“En este país sólo podremos tener paz y tranquilidad cuando valga lo mismo la vida de un candidato a la presidencia, de un excandidato, de un cura o cardenal, de un soldado o de un campesino. Cuando todas las vidas humanas nos valgan lo mismo y se respeten igual, de ricos y de pobres, ese día México será grande”.
Lo meditado
“Fundamentalmente (pensé) en el futuro, y uno de los temas que para mí será capital, y lo hablé con mis plagiarios, y está el compromiso con ellos de pensar y de luchar por grandes causas que reclama México, como son su pobreza, su injusticia y su impunidad”.
“Creo que tenemos que hacer de México un país de leyes, de instituciones, no de secuestradores, no de asesinos, no de abusivos”.
“Me dejaron a algunos kilómetros distantes de algún pueblo, desde donde caminé algunos kilómetros, no quería dejar de caminar, fue bueno para mí, caminar, caminar, para darle gracias a Dios y empezar a ver el amanecer de un nuevo día, que en cierta forma para mí puede ser nuevamente el primer día”.
Y la cita que no es de El Quijote
“Vivir para adelante, sin miedos, sin cobardías, sin arrogancias, pero con definición y con valor, y permítanme recordar a El Quijote, si la memoria no me traiciona: Mis arreos son las armas; mi descanso, el pelear; mi cama, las duras peñas; mi vivir, siempre luchar“.
Ésta es la cita con la que Diego Fernández de Cevallos cerró su primer mensaje público a los medios, la cual fue atribuida erróneamente, tanto por el “Jefe Diego” como por la prensa, al libro más famoso de Cervantes.
Tras la declamación, Fernández de Cevallos tomó un ramo de flores y se fue manejando su propio auto, aunque escoltado, a visitar a su novia, Liliana León Maldonado.
Fuente: Animal Político
Fotos: Cuartoscuro
No hay comentarios:
Publicar un comentario