El diario oficial Granma, aparato de propaganda del régimen comunista cubano, ha lanzado una ofensiva crítica contra el escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa, ganador del Premio Nobel de Literatura, y contra el Comité del Nobel por haber concedido el galardón al autor de La casa verde y Pantaleón y las visitadoras.
Con el habitual estilo dictatorial del gobierno que representa, Granma señaló que "lo que (Vargas Llosa) ha construido con la escritura lo ha ido destruyendo con su catadura moral, los desplantes neoliberales, la negación de sus orígenes y la obsecuencia ante los dictados del imperio".
"Nadie duda de sus aportes innovadores a la literatura universal desde las letras hispanoamericanas, desde sus textos iniciales, Los cachorros y La ciudad y los perros, hasta los más recientes”, dijo el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba en una breve nota titulada "Nobel de la literatura, Antinobel de la ética".
Para Granma, “no hay causa indigna en esta parte del mundo” que Vargas Llosa "deje de apoyar y aplaudir. Si los pueblos votaran en Estocolmo -se pregunta- , lo habrían hecho por el Antinobel". El diario comunista incluso puso en duda la nacionalidad del intelectual de 74 años al escribir que la Academia Sueca “no sorprendió a nadie al concederle este jueves el Premio Nobel de Literatura 2010 al escritor ¿peruano, español?”.
“Desde hace años su nombre sonaba en las cábalas, y el lobby en torno a su candidatura crecía”, subrayó Granma calificando a Vargas Llosa de "reaccionario".
La ofensiva crítica de Granma explica a las claras la censura y el alto número de disidentes cubanos que cumplen todavía penas de hasta 28 años en las numerosas cárceles de la isla. Pero la furia del régimen de Fidel y Raúl Castro por la concesión del Nobel a Vargas Llosa tiene una explicación muy precisa. La ruptura del ahora galardonado escritor con la dictadura cubana se produjo en 1971 a raíz del Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura de Cuba, especie de "revolución cultural" a la cubana, después del cual numerosos escritores y artistas locales y extranjeros fueron prohíbidos por el Partido Comunista. Jean Paul Sartre, Eugene Ionesco, Jorge Luis Borges, Jean Genet y Samuel Beckett, entre otras figuras internacionales, desaparecieron de las librerías y bibliotecas, y nunca más fueron publicados por las casas editoriales cubanas, todas propiedad del gobierno. Entre los cubanos, José Lezama Lima, Virgilio Piñera, Anton Arrufat, Reinaldo Arenas y otros muchos igualmente fueron duramente censurados. Arenas fue a la cárcel. Centenares de teatristas, artistas plásticos e inclusive músicos fueron despedidos por tener "debilidades ideológicas". Es en ese momento que Vargas Llosa escribe una carta a Haydée Santamaría, directora de Casa de las Américas en La Habana, de fuerte contenido crítico de las medidas tomadas por el régimen. Vargas Llosa subrayó en su misiva que "ese no es el socialismo que quiero para mi país".
Desde entonces, como cualquier persona que opine diferente o critique las medidas autoritarias del régimen cubano, Vargas Llosa se convirtió en un personaje odiado por las esferas oficiales cubanas. El Congreso mencionado ocurrió hace casi 40 años y el gobierno de los hermanos Castro cumplirá 52 años en el poder en enero de 2011, en medio de fuertes críticas de las principales organizaciones internacionales de derechos humanos.
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