Liliet Heredero
BBC-Mundo
Hay quienes creen que en Los Ángeles, Estados Unidos, hay más dispensarios de marihuana que cafeterías Starbucks. Sin embargo, fumar marihuana en el país es ilegal. El 2 de noviembre esa realidad podría cambiar.
California será el primer estado en votar por legalizar el uso y cultivo de la marihuana para fines personales y recreativos.
Desde 1996 su uso médico es legal en California, a lo que se han sumado otros 13 estados, donde se reconocen, por ley, las propiedades curativas del cannabis.
Sin embargo, bajo las leyes antinarcóticos, alrededor de 1,7 millones de personas fueron arrestadas en todo el país durante 2008 por cargos relacionados con las drogas, según el Buró de Estadísticas Judiciales. Más del 50% de los arrestos fueron por posesión de marihuana.
Aun así, la marihuana es la tercera droga recreativa más popular después del alcohol y el tabaco, según datos de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Marihuana.
La "Iniciativa para regular, controlar y gravar el cannabis" en California, conocida como Proposición 19, lidera el camino para establecer en EE.UU. lo que algunos consideran sería una "política racional y responsable sobre el consumo de drogas".
Quienes se oponen, como el director de la Estrategia Nacional para el control de las drogas, Gil Kerlikowske, insisten en que "la legalización solo aumentaría su accesibilidad, y ayudaría a promover su uso y su aceptación."
Y aunque existen algunos estudios sobre el impacto de la descriminalización de la marihuana como en Holanda, nadie tiene la última palabra.
¿Asunto de masividad?
Para Allen Pierre, director de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Marihuana (NORML, por sus siglas en inglés) "es una cuestión de libertades civiles. Soy del criterio de que en una sociedad democrática debemos tener la opción de escoger si usamos cannabis responsablemente en nuestros hogares".
En conversación con BBC Mundo, el directivo de este grupo de presión para la descriminalización de la marihuana reconoció que "su prohibición, que ha durado ya 74 años en Estados Unidos, es un fracaso total".
"Se puede comprar marihuana casi en cualquier lugar del país, a cualquier hora del día, a pesar de todos los problemas que eso implica por la prohibición impuesta por el gobierno federal".
Pierre se refiere a que en los estados donde el uso terapéutico de la marihuana está permitido, conseguir una "recomendación" de salud para su consumo no es algo difícil. El cannabis se vende de una manera permisiva, "casi legal".
De hecho, hay páginas web que por US$200 ofrecen el permiso médico, cualquiera que sea la dolencia del paciente.
Con esta licencia se puede, dependiendo de cada estado, desde plantar cannabis en el jardín hasta adquirir los cigarrillos en una máquina dispensadora de marihuana.
Incluso la ciudad de Oakland, en California, aprobó un plan que permitirá el cultivo, procesamiento y comercialización de la hierba a escala industrial para uso médico.
Según el directivo de NORML, "las consecuencias de la criminalización de la marihuana han sido enormes: miles de estudiantes han perdido sus préstamos bancarios para entrar a la universidad por portar marihuana, padres se han quedado sin la custodia de sus hijos, trabajadores han perdido sus casas o su libertad".
Precisamente esta accesibilidad y masividad que aparentemente tiene la marihuana es lo que preocupa a Sue Rusche, presidenta de la asociación Familias en acción, que desde la década del 70 advierte sobre los peligros de la liberación de las drogas.
"Si California legaliza la marihuana, la situación que hoy existe se empeorará. La droga será más accesible en dispensarios o hasta en supermercados y máquinas dispensadoras".
California, si se aprueba el referendo…
Sue Rusche le dijo a BBC Mundo que el hecho de que EE.UU. no sea una sociedad libre de drogas, no significa que se deba abrir la puerta a una más.
"Cada año mueren en este país 450.000 personas a causa del consumo de cigarros, 80.000 por abuso del alcohol y la misma cantidad por intoxicación con fármacos".
"Un reciente informe de la organización Rand estimó que de aprobarse la Ley (de legalización del cannabis) en noviembre, se duplicará el número de consumidores en California, y a mí me preocupa el impacto en los niños", explica Rusche.
Allen Pierre, quien apoya la legalización, coincide con este punto de vista.
"En el momento en que se legalice la droga, las cifras de consumidores van a subir como el Monte Everest, esto es una realidad, sobre todo porque las cifras actuales son poco fidedignas.
Pero tras un período de dos a seis años de legalización, se va a alcanzar una meseta".
Para predecir esto Pierre se basa en la estrategia educativa y de salud aplicada en EE.UU. desde 1965, que logró reducir a la mitad el consumo de cigarros.
"La cantidad de fumadores de marihuana puede disminuir considerablemente si la ciencia y los servicios médicos cumplen su función de educar, de manera creíble, sobre las consecuencias de su abuso. Pero esto solo ocurrirá si la marihuana está legalmente controlada".
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