Roberto F. Campos / Prensa Latina
Mucho se habla en los medios de prensa sobre el climaterio de la mujer y otros padecimientos, que en definitiva forman parte del proceso normal de la vida del ser humano; sin embargo, al parecer por pensar en la disminución de la masculinidad, poco se difunde la andropausia, algo similar para los hombres; ¿enigma, estigma o camino obligado?
Desde pequeños los machos entre los seres humanos, tienen sobre sus hombros la pesada carga de ocultar aquello que puede disminuir su masculinidad.
Y tal proceso socio-psicológico persiste incluso en la era moderna, pese a que muchas sociedades admiten ambivalencias en las inclinaciones sexuales, y hasta complicidad para asumir la sexualidad desde el punto de vista de la moda.
Sin embargo, existen elementos que tratan de ocultarse o, en el mejor de los casos, evitar el diálogo o el conocimiento sobre tales asuntos, y uno de tales temas parece ser la andropausia.
A juzgar por las opiniones médicas, esta fase de la vida del hombre se torna un poco difícil de enfrentar, pero no es más que la preparación para la vejez, o el declive natural de los seres vivientes.
La palabra andropausia proviene del griego pausia o cesación, corte y se corresponde con la menopausia masculina. Se trata de un proceso en el que las capacidades sexuales del hombre merman con la edad, entre otras funciones orgánicas, alertan los expertos, y todo ello se debe a los bajos niveles de testosterona en el organismo, la hormona masculina por antonomasia.
¿Enfermedad, estigma, proceso? De todo hay un poco, pero lo que sí es real que nada tiene que ver con la magia, ni con los estigmas. En la mujer y su climaterio o menopausia, las féminas dejan de poder tener descendencia, sin embargo eso no sucede en el hombre, lo que ocurre es una pérdida de la potencia sexual, incluso existen 10 preguntas que puede hacerse cualquiera para saber que síntomas está padeciendo.
Son ciclos que no son tan marcados ni con pérdidas tan significativas como en el caso de las mujeres. La actividad sexual del hombre no tiene períodos evidentes y por tanto puede tenerse descendencia en cualquier momento de la producción de espermatozoides. Los límites no son exactos, y muchos varones pueden tener hijos pasados los 70 años, todo ello en dependencia de cada caso, y de esta misma manera se comporta en general la andropausia en cada individuo.
Otros factores también influyen en el comportamiento del hombre ante el paso de los años, como es el caso de enfermedades que afecten los testículos e impidan los niveles normales de testosterona.
En la mayoría de los hombres los síntomas son muy poco perceptibles y pueden asociarse con el tan consabido estrés, y esta es la diferencia fundamental con la mujer, que si experimenta algunos cambios como la temperatura corporal.
Para poderse dar cuenta de este proceso normal en la vida de un hombre es correcto tener en cuenta la irritabilidad, insomnio o fatiga, depresión, nerviosismo y ansiedad, libido reducido, potencia sexual reducida, menor deseo sexual, o fuerza y volumen de la eyaculación reducidos. A estos elementos se agregan dolores y achaques, deterioro óseo, cabellos secos, piel seca y arrugada o problemas circulatorios, pero muchos de estos síntomas están vinculados con procesos de enfermedades de muchas personas luego de determinada edad, incluso en cualquier momento de la vida.
Cuando los machos de la raza humana llegan a los 40 años y hasta los 55, experimentan la andropausia, aunque con signos no tan claros como los de la mujer, que les cesan las menstruaciones. Y por tanto, la caída del nivel hormonal masculino es necesario enfrentarla con cierta firmeza de espíritu.
En principio, la principal preocupación del hombre está en no satisfacer sexualmente a su pareja, pero es bueno recordar que a diferencia de los animales, los humanos usan el cerebro en todos sus procesos. Por tanto, la imaginación, conocimiento, e inteligencia permiten tener una sexualidad activa hasta muy avanzada edad, interpretando la sexualidad como un conjunto de actos y relaciones, no solo el coito.
De esta manera, conocer a cabalidad cuales son las limitantes en cada caso, sus síntomas, incluidos los de enfermedades que se padezcan, permiten organizar mejor una vida en común del macho y la hembra humanos, donde la psiquis ocupa un papel fundamental para la felicidad y el equilibrio.
Tanto el estrógeno en la mujer como la testosterona en el hombre parecen jugar una mala pasada a partir de determinada edad, pero ni se trata de un estigma ni de un mito, sino de que todo en la existencia tiene su principio y su fin, y en el trayecto aparecen cambios paulatinos.
Alguna celebridad dijo en su momento que la vejez es asunto de personas valientes, quizás debería añadirse de gente inteligente. Los enigmas son dados debido al desconocimiento humano sobre ciertos asuntos trascendentales y normales a la vez.
La andropausia es una transición gradual y puede extenderse durante décadas o agravar debido a la actitud, el estrés psicológico, el alcohol, las lesiones o cirugías, medicamentos, obesidad e infecciones.
Si bien es cierto que con la edad prácticamente todo hombre apreciará esta disminución en sus niveles de testosterona, no existe galeno capaz de augurar quien tendrá síntomas severos y quien no, porque todo es diferente, como diferencias aparecen en todo ser humano.
La andropausia fue descrita en la literatura médica por primera vez en los años 40 del siglo XX, por tanto, lleva desde el punto de vista científico un corto camino. Existen algunas pruebas para diagnosticarla y ya algunos galenos prevén la posibilidad de por lo menos atenuar los síntomas.
No obstante, aparecen algunas agravantes para tales tratamientos (que se realizan mediante hormonas), en caso de padecimientos del corazón, próstata, diabetes y otros que pueden llevar el tema a aquello de que sea "peor el remedio que la enfermedad". También los síntomas resultan vagos y comunes con otras dolencias médicas.
En la actualidad se dispone de nuevos métodos mediante pruebas de sangre y existe un mayor interés en estudiar el envejecimiento, debido a que cada año aumenta la edad de la población mundial.
Como conclusiones, se puede apreciar que la sexualidad, entendida de la manera humana, no tiene límites y por lo tanto la comprensión de cada proceso en el camino hacia la vejez es lo más importante para una vida verdaderamente feliz.
Y por si quiere tener una idea de su estado frente a la andropausia puede hacerse las siguientes preguntas y respondérselas con absoluta sinceridad, aunque sin cargarse de preocupaciones adicionales, todos los seres humanos nacen, se desarrollan y mueren. Lo que es ley no es estigma.
Cuestionario
¿Ha sentido una disminución en su fuerza y/o resistencia?
¿Le falta energía?
¿Ha sentido una disminución en su deseo sexual (libido)?
¿Se siente más triste y/o malhumorado que de costumbre?
¿Ha perdido estatura?
¿Ha notado que disfruta menos la vida?
¿Ha notado una pérdida reciente en su capacidad de practicar deportes?
¿Ha notado un deterioro reciente en su capacidad laboral?
¿Sus erecciones son menos rígidas?
¿Se duerme después de cenar? (Responda solo: sí o no).
Opiniones interesantes
"No podemos evitar tener más años, pero no necesitamos envejecer". George Burns, comediante estadunidense que vivió 100 años y desarrolló una exitosa carrera a partir de 1979.
"Te diré cómo mantenerte joven: júntate con gente vieja". Bob Hope (1903-2003) famoso artista británico-estadunidense.
"La edad es una cuestión de la mente sobre la materia. Si no lo tienes en la mente, es inmaterial". Satchel Paige (1906-1982) beisbolista estadunidense en activo durante 50 años.
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