BLOG DE ANÁLISIS Y PERIODISMO PROPOSITIVO

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La verdad nos hará libres...

martes, 22 de febrero de 2011

¿HASTA CUANDO, CATILINA?


“La alternancia fecunda el suelo de la democracia”
 Winston Churchill (1874-1965) Político británico.
 Francisco Velasco Zapata
El pasado 2 de diciembre de 2010 las dirigencias nacionales de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) firmaron una carta intención para continuar con el proceso de concretar una alianza para las elecciones de 2011 en Nayarit donde los nayaritas irán a las urnas para elegir gobernador, diputados y ayuntamientos. Los presidentes nacionales Jesús Ortega (PRD) y el ex presidente César Nava (PAN) arribaron en esa fecha a esta entidad para que ambas fuerzas políticas construyeran la plataforma común y la búsqueda de un candidato que abandere dicha coalición. La carta de intención fue firmada también por Ramón Cambero, dirigente estatal del PAN, y Rodrigo González, del PRD. Legisladores, presidentes municipales y consejeros de ambos organismos políticos fueron testigos del evento.
Nayarit es una de las seis entidades con elecciones de 2011 donde se firma un acuerdo en pro de la alternancia en el poder. En Nayarit se dice que las negociaciones para hacer una alianza PRD-PAN y donde se sumen PT Y Convergencia van muy avanzadas y es previsible que terminen en una coalición electoral de amplio espectro político. En esa entidad Andrés Manuel López Obrador no ha dicho nada acerca de que se opone a la alianza. Acaso, da por sentado que su discurso contra las alianzas con el PAN y el PRI es único y general para toda la república. Pero en Nayarit tampoco se opuso en 1999 a que la integración de la alianza PAN-PRD a la que se sumó el PT y un partido local que les permitió ganar la gubernatura y cinco alcaldías, incluida la capital del estado. Siempre se dijo aliancista, promotor de alianzas. Nunca se opuso como lo hace ahora en el Estado de México. Y la pregunta que mucha gente se hace es: ¿Cuál o Cuáles son sus razones para apoyar -en apariencia- a que el PRI se mantenga en el poder del Estado de México? ¿Por qué en otras entidades ha desairado hacer una labor como lo hace en el Estado de México? ¿Cómo o de dónde se provee de recursos para hacer sus giras en la entidad, y no precisamente en Tsuru? ¿Será cierto que se las pagan en el Edomex? ¿Contra quién o quiénes lucha y a quien favorece -en el fondo- su postura?
Lo cierto es que la alianza PRD-PAN en el Estado de México va. Lo hará contra viento y marea porque es sólo de esta forma, usando los mecanismos legales vigentes, como se consigue ganar al adversario más fuerte en una contienda electoral. No con marchas, plantones en arterias viales estratégicas, huelgas de hambre, discursos en plazas o artículos de prensa. Además la alianza PRD-PAN se enfrentará a un adversario inescrupuloso que cuenta con toda una maquinaria política y electoral dispuesta a ganar al precio que sea, excepto, si las condiciones políticas y electorales los orillan a reconocer su derrota. Una derrota que, insistimos, solo sería posible si se polariza la elección a dos fuerzas y se trabaja para evitar el fraccionamiento del voto; evitando que en la boleta electoral haya más de cuatro candidatos. Una derrota del régimen estatal que derivaría de una alianza política estratégica abanderada con un portentoso candidato oriundo del Valle de México que es donde se concentra el mayor número de electores (casi el 80%) y que el PRI ha tenido abandonado durante décadas. Los ingredientes están ahí, a la mano, lo único que resta es cumplir con los tiempos legales y los procedimientos estatutarios de los partidos para que se efectúe el proceso de trasformación democrática de la entidad y ello concluya con el ascenso al poder de “una nueva mayoría” en el Estado de México.
El proceso electoral del Estado de México ha entrado en una fase de complicaciones de pronóstico reservado. Se han enfrentado escarceos políticos entre quienes quieren la alianza PRD-PAN y quienes se oponen a ella con la complacencia del PRI y del régimen de la entidad. La conformación de una coalición que agrupe a panistas y perredistas, supone la generación de un obstáculo mayúsculo para el proyecto del PRI. Pero aun así el plano inclinado está, rotundamente, en favor del régimen local que gobierna: son dueños del estadio, la cancha, el equipo local, la afición, el árbitro y medio equipo adversario. Sobre esto último el tabasqueño AMLO hizo pública -el pasado fin de semana- su solicitud de licencia al Presidente del Consejo Nacional del PRD José Camilo Valenzuela para retirarse del PRD. Una figura inexistente en los estatutos de del PRD. Lo malo de pedir esa licencia es que lo hace afirmando que seguirá haciendo labor de zapa contra la alianza PRD-PAN en el Estado de México. EL mismo Alejando Encinas, lamentó la decisión del tabasqueño de Macuspana respecto a pedir licencia y apartarse del PRD, “porque esto no abona a la unidad de nuestro partido y del proyecto de la izquierda”. Así lo dijo en entrevista luego de concluir un mitin en Texcoco donde estuvo presente el tabasqueño, quien le hizo la pregunta a Encinas respecto a si va con PRD y PAN en su alianza o con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). A lo cual Encinas contestó: “yo voy a luchar por la unidad de las izquierdas, yo me postulé para ser el candidato del PRD, PT y Convergencia, creo que es el proyecto a seguir, esperemos que todo mundo rectifique y caminemos en esta misma dirección”. Ante la pregunta si irá con la alianza PAN–PRD, Encinas dijo: “no quiero postularme por otro partido, vamos a ver cuál es el desenlace, esto implica una ruptura dentro del PRD, no solamente personal sino de varias corrientes dentro del partido”.
Todo lo anterior será así, como va caminando excepto, si la alianza en el justo momento, elige un buen candidato del Valle de México que rompa con la inercia actual. Un buen candidato, que no sea parte del equipo a vencer. Que no sea un troyano. Que no sea testimonial.  En el Estado de México, más que en ninguna otra entidad del país, está más que claro que “sin alianza no habrá alternancia” y si no la hubiera permitiría que el PRI permaneciera en el poder del estado los próximos seis años. Con ello sumaría un periodo ininterrumpido de ochenta y seis años de autoritarismo sin cambio de régimen político. Por ello la pregunta: ¿Puede haber Democracia sin alternancia? Y que nos la conteste el PRI pensando en el 2012.
La petición de licencia del tabasqueño AMLO al PRD obliga a este partido a replantearse su misión en el espectro político electoral del país; lo obliga a valorar la amenaza velada y transformarla en oportunidad para dejar atrás el discurso populista y la mitología del hombre fuerte, del gran caudillo, del político charro latinoamericano que basa su popularidad en el clientelismo y no en la lucha por ideales; lo obliga a estar a tono con la izquierda contemporánea mundial; apostar a los programas y las ideas como la izquierda española, la chilena o brasileña. Apostar por la racionalidad, la igualdad y la legalidad, las tres banderas de la izquierda moderna, defensora de un Estado democrático moderno, respetuoso de las normas y asumir con madurez que los partidos políticos son entidades de interés público; que los partidos políticos de acuerdo con la constitución tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan, incluso, en coalición electoral con otros partidos, toda vez que así está previsto por la actual legislación electoral vigente. ¿Y usted, cómo la ve? 
Autor: Politólogo. Miembro del Consejo Nacional de Operación de Parlamento Ciudadano de México. Twitter:  @parlamentariofv

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