Brisenia Flores |
Pero este hecho no ha generado los titulares de la matanza en Tucson, a pesar de ser igualmente horrible.
Esta semana se inició el juicio contra Shawna Forde, una mujer activista de los Minuteman, que está acusada de planear y coordinar la muerte de Brisenia Flores, de 9 años, y su papá Raúl, asesinados a sangre fría en el trailer en el que vivían en el pueblo de Arivaca, Arizona en mayo de 2009.
El caso ha indignado a algunos, principalmente a la comunidad latina de Arizona, pero no parece haber acaparado la atención de los medios masivos. La cobertura hasta ahora ha sido limitada.
"La gente aún está encendiendo velas por Cristina y por Gabrielle, pero la muerte de Brisenia ocurrió hace casi dos años y esa muerte no ha llamado tanto la atención", comentó a La Opinión Terry Green Sterling, escritora y periodista del blog el Daily Beast, y la única reportera en cubrir a tiempo completo el juicio que comenzó el martes en Tucson.
Los que apoyan a Forde han creado una página de internet en la que la definen como una "presa política del Departamento de Seguridad Nacional" y víctima de "perfil racial". Los abogados defensores dicen que es inocente y ni siquiera estaba en el lugar del crimen.
Forde era conocida entre los activistas antiinmigrantes y vigilantes por sus actividades dentro del movimiento, indicó Brian Levin, director del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo, de la Universidad de California en San Bernardino.
"Sus ideas eran de todos conocidas y en el movimiento algunos la consideraban una activista fiel a su causa y otros, una lunática que podía perder la cabeza en cualquier momento", dijo Levin. "Pero está claro que tenía una ideología clara: era fervientemente anti inmigrante".
Forde está acusada de dos cargos de homicidio por la muerte de Brisenia, de 9 años y su papá. La mamá de Brisenia, Gina, también fue baleada, pero sobrevivió al ataque, presuntamente realizado por la activista junto con cuatro hombres, aunque sólo tres han sido arrestados.
Todo ocurrió el 30 de mayo de 2009 en el trailer donde vivía la famila en Arivaca, un pequeño pueblo a 11 millas de la frontera con México cuando el grupo de atacantes tocó la puerta haciéndose pasar por la policía que buscaba a un sospechoso.
Ya adentro, mataron a balazos a Raúl, tirotearon a Gina y luego, mientras ella pedía por su vida, le dispararon dos balazos en la cara a la niña de 9 años, quien murió.
Según lo alegado por la fiscalía, la mujer había organizado el asalto puesto que consideraba a Raúl Flores un narcotraficante de la zona y pretendía robarle dinero y drogas para financiar las actividades de su grupo paramilitar antiinmigrante.
"Es realmente preocupante que la misma gente que con tanta asiduidad acusa a los indocumentados de todo tipo de delitos, no se alteran ni hablan cuando se cometen crímenes aún peores por parte de individuos que buscan financiar sus actividades por medios violentos", señaló Salvador Ongaro, presidente de Los Abogados, la Barra Hispana de Letrados de Arizona.
Activistas pro inmigrantes observan el juicio con interés. Este caso es otro ejemplo del duro ambiente que se vive en el estado de Arizona, donde hoy mismo legisladores presentaron una legislación local para desconocer la ciudadanía de hijos de indocumentados.
"Lo impotante de este juicio es que es una oportunidad de hacer justicia. En este estado lo que se ha vuelto normal es una absoluta falta de humanidad por parte de rancheros y vigilantes, o de la misma legislatura estatal y sus medidas antiinmigrantes", dijo Jennifer Allen, activista del Border Action Network.
Se espera que el juicio dure unas 5 semanas. Dos supuestos cómplices de Forde serán juzgados más adelante.
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