Funcionarios de Coahuila eran recibidos en Palacio Nacional y en menos de tres horas —mientras empleados bancarios los esperaban en una cantina cercana al histórico inmueble— recibían el aval de la Secretaría de Hacienda para contratar préstamos ante instituciones bancarias.
Sergio Ricardo Fuentes, responsable de la contratación de la deuda de Coahuila, viajó al DF con dos de sus cercanos para presentar documentos. En algunos casos incluso se falsificó la firma de Víctor Manuel Zamora, entonces secretario de Finanzas de la entidad, para obtener el aval de la SHCP.
Peritajes han determinado que la firma de Zamora fue falsificada en solicitudes de crédito del gobierno de Coahuila.
En la ciudad de México, Fuentes se habría entrevistado con Jaime René Jiménez Flores, entonces director de Deuda Pública de Entidades y Municipios de Hacienda, quien presuntamente falsificó documentos, manipuló sellos, manejó a su discreción registros de deuda y utilizó “ilícitamente” información privilegiada para simular el registro correcto de préstamos, según consta en la denuncia de la Procuraduría Fiscal de la Federación presentada ante la Procuraduría General de la República el pasado 1 de noviembre.
De acuerdo con declaraciones contenidas en el expediente de la investigación, al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, tres funcionarios bancarios, de los cuales se omiten sus nombres por ser parte de las indagatorias que realizan autoridades federales y estatales, confirman las visitas de Fuentes y sus cercanos a la SHCP y el tiempo en que lograban los registros de los préstamos. En todos los casos destaca que siempre recibieron órdenes de sus mandos superiores en las instituciones bancarias para acercarse con funcionarios de Coahuila y realizar todos los trámites sin saber el contenido y veracidad de firmas y sellos.
Las declaraciones de un empleado de Bancomer, del área de “banda de Gobierno de Coahuila”, con sede en una oficina en Saltillo, detallan que en una ocasión viajó a la ciudad de México junto con Javier Segovia, hombre de confianza de Fuentes, para inscribir un crédito por mil millones de pesos en la oficina de Jiménez Flores.
“Me acuerdo que fui en compañía de Javier Segovia, que trabajaba en la Secretaría de Finanzas con el doctor Sergio Fuentes, a inscribir dicho contrato y como se tardan de dos a tres horas nos fuimos a una cantina muy famosa que se conoce como el Balazo de Pancho Villa y festejaban la revolución.
“Pero quiero aclarar que al ingeniero Segovia lo acompañé hasta el primer piso que queda dentro de Palacio Nacional en la ciudad de México, me quedé en la recepción, ya que sólo permiten la entrada de funcionarios”, dice el empleado bancario.
Otra declaración contenida en el expediente refiere: “En diciembre de 2009 mi jefe, Jesús Gustavo, me dijo que llevara el contrato de mil 650 millones de pesos a firmar al secretario de Finanzas, Javier Villarreal [en realidad Sistema de Administración Tributaria de Coahuila (SATEC)], al aeropuerto de Ramos Arizpe en las oficinas de RAJET, incluso fui con un compañero.
“La prisa de llevar el contrato a firmar es que al día siguiente lo iba a llevar a inscribir el funcionario del gobierno, les urgía el crédito y como era obligación del gobierno inscribirla en la UCEF [Unidad de Coordinación con Entidades Federativas dependiente de la SHCP] y ellos sabían que por seguridad Bancomer verificaba que efectivamente se acudiera a la UCEF, es por ello que al día siguiente de que firmó Javier Villarreal acompañé, en un avión de RAJET, al doctor Fuentes, a los licenciados Juan Manuel Delgado y Juan Manuel Froto a la ciudad de México a Palacio Nacional a registrar el contrato a la UCEF.
“Pero los que entraron a registrar el contrato fueron Juan Manuel Froto García y Juan Manuel Delgado Hernández, quienes sé eran empleados del gobierno, ya que el doctor Sergio Ricardo [Fuentes] dijo que tenía otros asuntos y se separó en la entrada de Palacio Nacional… y yo en esa ocasión ni entré, los esperé afuera dos o tres horas y salieron con el contrato registrado”.
Declaraciones de un empleado del Banco del Bajío —contenidas también en el expediente— apuntan que en diciembre de 2010, cuando apenas tenía trabajando un par de semanas en la sucursal Saltillo, un mando superior de esa empresa lo llevó a la Secretaría de Finanzas del Gobierno del estado.
Dice que entró a la oficina de una persona de nombre Miguel Rodríguez, donde conoció a Sergio Fuentes. Ahí, Miguel Rodríguez le preguntó a su superior en el banco cuándo se le depositarían los recursos. Aparentemente sin saberlo Varela se convirtió en el “correo” de los documentos falsos.
“Alguien que se llama Juan Manuel Froto, y a mí me pidieron que los acompañara a hacer un trámite en la oficina de Palacio Nacional y entró Juan Manuel y lo esperamos afuera el señor Ledesma y yo, y recuerdo que como parte del trámite que andaban haciendo fuimos a unas oficinas de Hacienda y entregaron los documentos que traían de Palacio Nacional y los entregaron en una ventanilla de una oficina de Hacienda que está en la Avenida Bucareli ... un edificio de 20 pisos más o menos y color gris..." (El Universal)
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