El norte de Japón fue la zona más afectada por el Tsunami y el terremoto de 8.9 grados, el de mayor intensidad en la historia de ese país.
El ministerio de Defensa de ese país reportó que en la prefectura de Kukushima cerca de mil 800 casas quedaron devastadas y que en la ciudad de Sendai, prefectura de Mitagi, se habían contabilizado 300 víctimas.
En tanto, la policía confirmó la muerte de otras 133 personas, así como la desaparición de 531 más, e informó que alrededor de 70 mil fueron trasladadas a albergues en Sendai.
El terremoto desencadenó un maremoto de cuatro metros y provocó una alerta mundial de tsunami.
De acuerdo con el Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS), la sacudida más fuerte se produjo en el Océano Pacífico a las 14:26 (05:46 GMT), a 24.4 kilómetros de profundidad y a unos 100 kilómetros de la prefectura de Miyagi.
Los canales de televisión mostraron casas cubiertas por capas de lodo, viviendas presas de las llamas y visiones aterradoras que fueron filmadas desde helicópteros.
Una verdadera muralla de agua de hasta diez metros de alto irrumpió en la costa de la gran isla de Honshu, sobre el Pacífico, arrastrando casas enteras.
En muchos lugares el mar franqueó los diques de protección y avanzó varios kilómetros en las tierras, lo que trajo a la mente escenas del tsunami que se produjo en el Océano Indico el 26 diciembre 2004.
En esa ocasión, un sísmo de 8.9 grados, con epicentro en Aceh, seguido por un tsunami en la isla indonesia de Sumatra, causó 229 mil 866 muertos en 12 países de Asia y África, la mayor parte de ellos en Indonesia.
La agencia meteorológica de Japón cifró en 8.8 la fuerza del sismo ocurrido la tarde del viernes en ese país, pero más tarde el Servicio Geológico de Estados Unidos puso la magnitud del primer sismo en 8.9 y emitió una advertencia de tsunami para toda la costa japonesa del Pacífico.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico en Hawai dijo que activó una advertencia de tsunami para Japón, Rusia, la Isla Marco, y las Islas Marianas del Norte. También fue emitida una alerta de tsunami para Guam, Taiwán, las Filipinas, Indonesia y Hawai.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, calificó de "grandes" los daños causados hoy por el terremoto que sacudió la costa este del Pacífico de Japón, aunque no dio datos de víctimas.
Kan pidió calma a la población para hacer frente a las consecuencias del fenómeno que causó un tsunami y en algunas zonas arrastró coches y edificios, así como numerosos incendios, 14 de ellos en Tokio, según la agencia local Kyodo
"Nunca vi nada semejante", declaró Ken Hoshi, un responsable de las autoridades de Ishinomaki, un puerto de la prefectura de Miyagi. "El agua subió hasta la estación", a varios cientos de metros de la orilla, precisó.
En las granjas de los alrededores, el oleaje cubrió los campos y sólo fue detenido por los terraplenes de una autopista. Un poco más al norte, en Sendai, la pista del aeropuerto estaba inundada.
En la región de Aomori, la más septentrional de la isla principal de Honshu, al menos cinco barcos naufragaron. Algunos de ellos fueron totalmente volcados por la violencia de las olas, deteniendo su avance junto a las calles comerciales de las ciudades de la costa
Más cerca de Tokio, en la prefectura de Ibaraki, grandes casas flotaban a través de una aldea, y a poca distancia algunos automóviles salían a la superficie, luego de haber estado sumergidos.
El sismo que desencadenó el maremoto provocó grietas en las rutas, arrastrando las alcantarillas y los tubos conectados a ellas a través de las calles. En los supermercados, las botellas y las latas de conservas cayeron de los anaqueles.
Durante los temblores más intensos, tanto en la capital como en las aldeas costeras, millones de personas salieron a las calles para escapar a la caída de las paredes y los techos de numerosas edificaciones.
En las ciudades, los empleados se precipitaron a las estaciones de tren para tratar de viajar a sus hogares, a menudo alejados, pero tuvieron que volver a pie, regresar a sus oficinas o instalarse en un hotel, pues el transporte público estaba paralizado en todas las zonas afectadas.
Las réplicas del terremoto, el más potente registrado en el archipiélago, continuaban varias horas después, tanto en Tokio como en el noreste.
En varias ciudades estallaron incendios, y una refinería de petróleo de Chiba, en la región de Tokio, fue presa de las llamas.
En el centro de Tokio, varios enormes edificios oscilaron con fuerza durante varios minutos mientras los empleados salían a las calles por su seguridad. Las imágenes transmitidas por televisión mostraban un edificio en llamas y enormes nubes de humo en el distrito de Odaiba en Tokio.
Al caer la noche, las fuerzas de autodefensa del ejército japonés, desplegadas por tierra, mar y aire, continuaban prestando ayuda a los damnificados.
Un dique se rompió en la prefectura de Fukushima (noreste de Japón) y el agua liberada arrasó viviendas, anunció la agencia de noticias Kyodo. (Proceso)
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