Guillermo Robles Ramírez
Sin dejar de reconocerle la buena intención e iniciativa a don Óscar Flores Tapia, fue el primer saltillense en hacer una ciclopista en los años 70s en lo que ahora se conoce el tramo del "Indio" hasta Arteaga, con señalización de pintura y su propia autopista para el paso de las bicicletas.
Desafortunadamente nuestra historia nos ha marcado desde el México prehispánico, llegando cada vez una nueva civilización, una manera de borrar cualquier vestigio de una cultura era construir encima de ella sin destruirla como un símbolo de subir al poder, borrando por completo la colonización de una civilización antigua.
Esta práctica no está muy alejada a la modernidad, viéndose este fenómeno en el ámbito político, ya que siempre que llega un nuevo partido de oposición al poder de cualquier institución pública, municipal o nacional, se repite la historia de quitar o destruir lo que su antecesor había hecho, sin antes hacer una evaluación si lo implementado por la administración pasada realmente sirve, quitándole la continuidad a los objetivos para los cuales fueron creadas, sustituyéndolas por otros que en la mayoría son los mismos pero con otros nombres, sucediendo esto sobre todo en los programas sociales.
No se sabe con exactitud ni cuándo, ni quién y menos el por qué se quitó aquella ciclovía que había hecho don Óscar Flores Tapia cuando fue gobernador de Coahuila, que lo más seguro que al pasar de los años fue enterrada por la falta de mantenimiento y crecimiento de la ciudad.
Sin lamentarse del pasado, viendo siempre hacia el futuro, este joven alcalde saltillense encontró la fórmula para sacar adelante el proyecto de hacer la ciclovía de Saltillo más importante en su género, que a mediados del mes de febrero en este mismo espacio se había dado a conocer dentro de los proyectos ambiciosos y que ahora dentro de unos diez días más va a ser una realidad, convirtiendo a Saltillo en una ciudad de las más ecológicas y bien planeadas, tarea nada fácil ya que por su complejidad en infraestructura y normativa puso a trabajar a todo su equipo de trabajo.
Estando consciente de que no está descubriendo el hilo negro, pero como siempre el verle el lado positivo, haciendo mención de que no se trata de descubrirlo sino de hacer más grueso el hilo negro, compartiendo con sus otros colegas munícipes la idea y orgullo de saber que adapten las buenas ideas de Saltillo a otras partes de Coahuila y del país; como ejemplo a seguir, Jericó una vez más logra lo que muchos no supieron cómo cuadrar las cosas, y realmente su inversión de este proyecto de casi un millón de pesos no es nada comparado al gran beneficio de las diez mil personas que en la actualidad utilizan la bicicleta como medio de transporte para ir al trabajo o simplemente para ejercitarse.
La finalidad de la ciclovía es principalmente el combate a la obesidad, el mejoramiento de la condición física, contribuyendo a bajar problemas cardiovasculares, combatiendo la vida sedentaria; pero también sumándose con acciones realistas a la sociedad con una reducción significativa de contaminantes, embotellamientos, y espacios para estacionamiento y por consecuencia también en el ahorro de mantenimiento del pavimento ya que éste se desgastará menos.
Otra de las ventajas que la ciudadanía obtendrá por el uso de la bicicleta es que no pagará tenencia, ni tarjeta de circulación y placas teniendo, un beneficio en los bolsillos de las familias.
Abramo Masso pensó en proveer todo lo posible a los saltillenses ya que para quienes no tengan bicicleta el mismo Municipio proporcionará unas con una renta de manera simbólica, pero también estaría reactivando la economía comercial de este rubro, como son las tiendas para quienes quieren adquirir una nueva, talleres de reparación y mantenimiento de las mismas, comercios deportivos encargados de la venta de cascos, rodilleras, coderas o cualquier tipo de medidas de protección para los ciclistas, etc.
A diferencia de otros países como Colombia, Chile, Venezuela, Argentina; en ciudades de EU, como Portland, en Oregon; Boulder en Colorado, y sobre todo en Austin, Texas en particular en esta ciudad hermana, no se cuenta con la seguridad de una luminosidad en su camino como la que se va a contar en nuestro municipio, y la modernidad de sus señalización, muy coloridas sus líneas para indicar el sentido de la circulación de la nueva implementación de este vehículo de transporte de dos ruedas.
No va a ser fácil lograr hacer una nueva cultura de respeto haciendo trabajar al Departamento de Tránsito y Vialidad para hacer un reglamento actualizado a las necesidades propias para la nueva infraestructura urbana, generando también responsabilidades para los ciclistas para en caso de un accidente a los peatones, que se le suma un nuevo obstáculo qué torear aparte los vehículos.
El optimismo de Jericó es muy positivo ya que asegura que con esta nueva implementación podría subir hasta un 2.5 por ciento la población bicicletera en su primer año, es decir, mismo porcentaje que reduciría los congestionamientos en el centro de la ciudad; con estos datos en verdad, como dijo Abramo Masso, se confirma, que el chiste no es descubrir el hilo negro, sino saber cómo engrosarlo.
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