El alguacil del condado de Maricopa, Joe Arpaio, utilizará un equipo de 30 aviones para detectar inmigrantes indocumentados y narcotraficantes que se encuentren en esa localidad de Arizona, en el sur de Estados Unidos.
La medida forma parte de un nuevo operativo contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas en Maricopa y comenzará este miércoles, informó la oficina del alguacil a través de un comunicado.
La operación, llamada Cielo Desierto, tendrá una duración de “varias semanas” y abarcará “un territorio mucho más amplio” que operativos de vigilancia anteriores, según las autoridades.
El escuadrón de 30 aviones será piloteado por funcionarios de la oficina del alguacil y por algunos de los voluntarios que pertenecen alos grupos que combaten la inmigración ilegal en el condado.
“Las aeronaves serán usadas para ubicar traficantes (de personas o armas) e informar a equipos en tierra de la localización de los sospechosos”, señala el comunicado.
El lanzamiento de Cielo Desierto, de acuerdo con Arpaio, se debe al aumento de las actividades ilegales en los últimos meses.
La oficina del alguacil sostiene que recientemente se detuvo a 207 inmigrantes indocumentados y, durante el último año, se confiscaron16.3 toneladas de cocaína, metanfetaminas y marihuana.
“Mi oficina no ha registrado ninguna reducción notable en la actividad criminal del tráfico de drogas o personas o de la inmigración ilegal desdeMéxico hacia el condado de Maricopa”, dijo Arpaio, citado en comunicado.
La declaración contradice afirmaciones recientes de funcionarios federales de Estados Unidos. Por ejemplo, la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, declaró a mediados de este mes que la frontera sur del país es más segura que hace dos años.
Arpaio es conocido como El alguacil más duro de Estados Unidos porsus constantes operativos contra la inmigración ilegal, aunque organizaciones civiles lo acusan de abusar de la fuerza pública.
A principios de mes, admitió haber usado gas lacrimógeno en redadas para detener inmigrantes indocumentados, lo que le valió críticas de grupos a favor de los migrantes.
Cada año, miles de inmigrantes indocumentados —principalmente mexicanos y centroamericanos— ingresan ilegalmente a Estados Unidos por su frontera sur, en busca de empleo o de mejorar sus condiciones de vida.
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