Humberto Moreira Valdés fue designado presidente nacional electo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y será quien comande a este organismo político en los próximos comicios de 2012 por la Presidencia de la República.
Tras recibir la constancia de mayoría que lo acredita como próximo líder nacional del PRI, advirtió al gobierno federal que su partido “jamás se pondrá de rodillas”, que el ciclo político de sus adversarios está por terminar y que el tricolor no será contemplativo ante el cambio que requiere el país.
El coahuilense y su compañera de fórmula, María Cristina Díaz Salazar, asumirán la presidencia nacional y la secretaría general del PRI, respectivamente, durante la sesión solemne del Consejo Político Nacional (CPN) priísta el próximo 4 de marzo, durante el aniversario del tricolor.
En su primer discurso como presidente electo del PRI, Moreira Valdés acusó al gobierno federal: “No anteponen ellos los intereses de la nación a los de su partido, piensan siempre en salvar a su partido y nunca piensan en salvar a México, por ello, por la falta de voluntad para construir acuerdos, por la ausencia de un auténtico compromiso con la mayor responsabilidad, el ciclo político de nuestros adversarios está llegando a su fin”.
Unidad, la clave para ganar
Destacó de manera permanente la unidad del priísmo. Asentó que unido, el PRI es invencible y delineó tres objetivos fundamentales para su liderazgo: “Mantener la unidad para lograr los triunfos que vendrán y hacer más poderoso al partido; fortalecer, reforzar y ampliar nuestra estructura electoral bajo un plan estrictamente evaluado y construir el mejor proyecto de gobierno, un plan social que nos permita, con la participación en su construcción de la sociedad, dar el rumbo correcto que reclama el país”.
Ante la cúpula del priísmo nacional —la lideresa Beatriz Paredes, todos los gobernadores priístas, el senador Man- lio Fabio Beltrones, el diputado Francisco Rojas, ex candidatos presidenciales, ex gobernadores y legisladores— atajó: “Camina el gobierno de la república con una actitud cortoplacista, no existe la voluntad real de convocar al gran acuerdo por México, no dejan de pensar como oposición irresponsable que fueron, no dejan de pensar como opositores cuando son gobierno”.
PRI asumió su responsabilidad
El nuevo líder electo del partido subrayó que el PRI ha asumido con responsabilidad institucional su deber con la patria y no cayó en la actitud de sus opositores cuando gobernó el país, pues acusó que detenían la marcha, estaban contra todo y a favor de nada y buscaban el tropiezo del partido sin importar que tropezara el país.
“Hemos asumido, a diferencia de ellos, una actitud responsable y no meramente electorera. Aun con la actitud responsable que hemos tenido en el Partido Revolucionario Institucional, el gobierno de la república no ha sabido, no ha podido dar el rumbo correcto a nuestro país”, afirmó Moreira Valdés.
Hizo notar que México ha perdido competitividad, liderazgo, empleos, calidad de vida y paz en sus calles. Sentenció: “No es posible que tengamos una actitud contemplativa ni cómoda ante el gobierno federal. Es necesario y urgente un cambio de rumbo, un proyecto innovador y ampliamente mayoritario en la sociedad”.
Recordó el pensamiento de Carlos Alberto Madrazo, quien, apuntó Moreira, decía que dos clases de hombres existen nada más: los que prefieren morir de pie antes de perder su honor y los que sumidos en la aflicción se acomodan a vivir de rodillas en una lucha lucrativa pero vergonzosa.
Oposición al camino equivocado
“Los priístas somos de los primeros, no nos vamos a poner de rodillas. Nos debe quedar claro en todo momento que somos oposición, responsable, pero oposición. Oposición al equivocado camino que va tomando la nación. Es preciso evocar nuestras raíces y nuestras lealtades, tenemos que tener claro lo que está viviendo el país”.
Destacó que hay mayor pobreza, que seis millones de mexicanos se han sumado a la pobreza durante los últimos años, que la marginación social no disminuye, “las políticas sociales del gobierno federal han fracasado”, que millones de jóvenes se quedan sin oportunidad de estudiar y quienes lo logran, no encuentran empleo. (El Universal)
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