El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, ha informado su intención de establecer la primera verdadera zona libre en América Latina. El mandatario describe un proyecto estilo Hong Kong pincelado por el economista, Paul Romer, creador del concepto, Charter Cities, con lo que ha demostrado cómo buenas reglas se traducen en sociedades prósperas y desarrolladas y viceversa. El proyecto se planea construir en un región desierta de 1000 Kilómetros cuadrados a lo cual el presidente llama: “El Sueño Hondureño”.
Lobo afirma el Sueño Hondureño sustituiría el Americano para detener la migración ofreciendo una zona aislada del crimen, con derechos de propiedad claros y respetados, sistemas de educación y salud de primera, un sistema legal justo e independiente. Todo ello se debe traducir en grandes inversiones internacionales, creación de riqueza, buenos empleos, y así los hondureños no tengan que ir a la aventura de recorrer miles de kilómetros para, arriesgando su vida y dignidad, aspirar a una mejor vida en los EEUU.
Para el mandatario un ejemplo claro de este éxito es lo que ocurrió en Hong Kong y Singapur. “China ha progresado y los tenemos aquí vendiendo”.
Afirma Lobo, “es necesario cambiar hoy o nos hundimos y nuestra gente sigue sufriendo”, “no estoy arriesgando nada porque es un pequeño espacio del territorio, no pierdo soberanía, no obligo a nadie a vivir ahí, (aunque) claro que muchos se van a ir a vivir ahí bajo reglas diferentes que van a permitir que esa porción territorial progrese”.
“Si no nos atrevemos seguiremos haciendo más de lo mismo y nuestra gente ya no aguanta más, probemos con 1,000 kilómetros donde no hay nada, para que nos de esperanzas del futuro. Son experiencias que se han probado con gran éxito en Singapur y diferentes lugares”, añadió.
“Queremos tener un lugar aquí en Honduras, 1,000 kilómetros en un cuadro donde la gente pueda llegar libremente y que nadie lo obligue a nada, yo les digo que si no tomamos riesgos no vamos a progresar, tenemos que arriesgarnos pues esto es algo que está probado y es exitoso” apuntó.
“Quisiera hacer un diamante de toda Honduras, pero no puedo, hagamos el experimento en un pedacito de tierra, para que aprendemos cómo se hacen las cosas. Esto no es más que la punta de un lápiz en comparación con toda Honduras”, manifestó en una conferencia de prensa desde Casa Presidencial.
“Quisiera hacer un diamante de toda Honduras, pero no puedo, hagamos el experimento en un pedacito de tierra, para que aprendemos cómo se hacen las cosas. Esto no es más que la punta de un lápiz en comparación con toda Honduras”, manifestó en una conferencia de prensa desde Casa Presidencial.
“Los que vayan a vivir ahí si no les gusta se regresan pero la entrada va a ser libre para todos los hondureños y bajo condiciones especiales, porque ese es territorio nuestro y con un sistema especial de seguridad que se traduzca en cero delincuencia y donde todo lo que construya ahí se quedará.”
“Al final nuestro modelo ha demostrado que no es el camino hacia el éxito, sino aquel que permite que, en la libertad, las condiciones de su pueblo mejoren. Les invito a que soñemos para que todo aquello que nos ata aquí, que nos afecta para que venga, lo tengamos en ese pequeño espacio”, expresó.
Al estar leyendo la noticia yo me pregunto, ¿y el sueño mexicano?
En Diciembre del 2000, el Presidente Fox en su discurso de toma de posesión pronunció una frase que me dejó helado: “El Presidente propone y el Congreso dispone”. Lo hacía cuando la horda de priístas a coro le gritaban “Juárez, Juárez,” lo abucheaban, lo insultaban, los perredistas secundaban esas agresiones y los panistas, intoxicados por el triunfo, aplaudían hasta hacer sangrar las palmas de sus manos. Pero eso era sólo el presagio de la tormenta.
A partir de esos momentos hemos sido testigos de la forma en que estos señores disponen. En los últimos diez años ese congreso, al cual Fox le entregara tal poder, se ha dedicado a mantener el país secuestrado con un solo objetivo: llevar a su partido al poder.
Las eternas reformas parecen cada día más improbable y eso, no es una bomba de tiempo, será, como lo afirma el presidente hondureño, nuestro estrepitoso naufragio. No hemos entendido la trascendencia de cambiar las malas reglas por las buenas y construir una mejor sociedad, mucho menos los legisladores que ahora de nuevo hablan de control de precios al viejo estilo Echeverría.
Sí la relación del ejecutivo y el congreso continua por la misma senda, nos hemos anclado en un callejón sin salida y el sueño mexicano cada día se perfila más nebuloso.
¿Cuál fue la inspiración de Porfirio Lobo?
En el libro “Del tercer al primer mundo”, Lee Kuan Yew narra la historia de su vida y, sobre todo, la historia de algo que se asemeja a un milagro. Este hombre, como su primer presidente, levantó Singapur de la devastación de la Segunda Guerra Mundial hasta convertirlo en un gran ejemplo para el mundo y el país del tercer milenio.
Lee Kuan Yew al final de su titánica aventura afirma: “A veces el liberalismo se tiene que establecer a base de autocracia como en España, Chile, Corea, Taiwán y aquí mismo, para que después florezca la sociedad civil”. Pero aquí es cuando el concepto de Romer sobresale. En su desarrollo no se obliga a nadie para abrazarlo, se ofrece como alternativa como ha sido el caso de China y sus 17 zonas libres. A quien le apetezca consume el producto de la libertad, a quien no, continúa con la misma dieta.
“Países e inclusive regiones tan disímbolos, requieren de recetas a la medida” afirma. “Hay una gran diferencia entre las sociedades asiáticas confucianas y las del mundo occidental. Las sociedades confucianas creen que el individuo existe en el contexto de la familia y una sociedad civil, y el gobierno no puede ni debe tomar el papel que pertenece a la familia.
“En occidente piensan que el gobierno debe de satisfacer las necesidades de todos cuando la familia falla. En Singapur dependemos de la fortaleza de la familia para mantener una sociedad ordenada, una cultura de trabajo, ahorro, respeto y altos niveles de educación”.
La democracia liberal necesita desarrollo económico, educación, una clase media creciente, e instituciones políticas que sostengan la libertad y los derechos humanos. Necesita de una sociedad civil que comparta valores promoviendo que gente con puntos de vista diferentes y aun conflictivos, estén dispuestos a cooperar unos con otros.
¿Está México listo para esta aventura? Singapur y México tenían ingresos per cápita similares en los 70s. El nuestro en estos momentos no llega a 10,000 dólares, mientras que el de Singapur se aproxima a los 40,000.
Termina Lee Kuan Yew afirmando el que las democracias de occidente tomó siglos construirlas. ¿Será por eso que la democracia de Venezuela reclutó al gorila de Chavez.? ¿Será por eso que Nicaragua se apunta a reelegir a Daniel Ortega, Bolivia a Morales? ¿Podrá México disponer de otros 71 años para que nuestra nueva democracia funcione? Aterradora pregunta.
Tal vez es hora de iniciar un sueño mexicano similar al de Honduras pues cabresteándolas una por una, todas entran al corral.
Ricardo Valenzuela es economista libertario mexicano graduado del Tec de Monterrey y con un MBA de la UNAM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario